Las mulas bancarias son personas que ayudan a organizaciones delictivas a blanquear capitales, algo que supone un delito y puede conllevar penas de prisión. Con el objetivo de encontrar a gente dispuesta a actuar como mulas (en ocasiones sin saber lo que esto significa), los delincuentes están acudiendo cada vez más a las redes sociales.
Un artículo publicado recientemente por la BBC detalla que el Reino Unido ha experimentado un incremento importante en el uso de plataformas como Instagram y TikTok para intentar captar a jóvenes con este fin. Para lograrlo, los delincuentes prometen dinero rápido mediante publicaciones que circulan en estas redes sociales.
El uso de redes sociales para captar mulas bancarias es cada vez más habitual
Según la fuente, el número de casos ha aumentado un 11% durante el primer semestre de 2024 respecto al mismo periodo del año anterior, lo que pone de manifiesto la gravedad del asunto. Estaríamos hablando de un total de más de 19.000 casos registrados en los primeros seis meses del año, de los que casi la mitad están protagonizados por jóvenes de entre 21 y 30 años.
Una mula bancaria es una persona que ofrece su cuenta bancaria para ayudar a organizaciones criminales en el blanqueo de capitales. A cambio de una compensación económica, la mula recibe un ingreso en su cuenta que deberá transferir a otra cuenta o sacarlo en efectivo desde un cajero. El objetivo es dificultar el rastreo del dinero.
Además de enfrentarse a posibles penas de prisión de hasta 14 años, aquellos que actúan como mulas bancarias pueden sufrir otro tipo de consecuencias. Por ejemplo, que sus cuentas bancarias se incluyan en una lista negra, lo que provoca enormes dificultades a largo plazo a la hora de acceder a servicios financieros como préstamos e hipotecas.
El artículo publicado por la BBC destaca el caso de Derai, un joven de 26 años y residente en Reino Unido que en 2019 se convirtió en mula bancaria tras ver una publicación en la cuenta de Instagram de un amigo. La publicación en cuestión prometía dinero rápido y después de intercambiar unos cuantos mensajes, Derai recibió 4.000 libras (unos 4.800 euros) en su cuenta bancaria.
Acompañado de la persona con la que había contactado, Derai fue a sacar el dinero en efectivo, pero el cajero se tragó la tarjeta y el banco le informó poco después del cierre de su cuenta. Aunque después de cerca de un año y varias apelaciones logró recuperar su cuenta bancaria, no todos los casos acaban solucionándose tan rápido.
Llegados a este punto recordamos la importancia de desconfiar de todas aquellas oportunidades que parezcan demasiado buenas como para ser verdad. En muchos casos se tratará de una simple estafa y acabaremos perdiendo dinero, pero en otros podríamos acabar inmersos en una situación mucho más compleja.
Vía | BBC
Imagen de portada | Ibrahim Boran (Unsplash)
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