España vivía una situación extraña desde 2012. Hace cinco años que el Gobierno decidió que el canon digital lo pagaríamos todos los españoles a cargo de los Presupuestos Generales del Estado, dejando atrás el modelo en el que en cada compra de un dispositivo (móviles, ordenadores...) o soporte (pendrives, CDs, DVDs...) pagábamos a una cantidad para compensar el supuesto daño causado por la copia privada.
Ese canon a cargo de los presupuestos, así como la imposibilidad de que fuese recuperado por profesionales, no fueron bien vistos desde Europa, anulándolo primero el Tribunal de Justicia Europeo y posteriormente el Tribunal Supremo. El Gobierno tenía que buscar una solución a la situación y hoy la conocemos: la vuelta a un canon que gravará con 1,10 euros cada smartphone, que los profesionales podrán reclamar.
1,10 euros para smartphones y 3,15 euros para tablets, eBooks y similares. Esas son las cantidades que pagarán "los fabricantes y distribuidores de equipos, aparatos y soportes de reproducción". Nuestro entrecomillado está puesto así porque es evidente que los fabricantes y tiendas trasladarán ese sobrecoste al precio final de sus productos, ya que además se contempla que aquellas personas particulares y empresas que usen los dispositivos para fines profesionales podrán reclamar el canon.
Subirá tras su primer año
El Real Decreto-Ley que fija este nuevo canon contempla una implantación escalonada, lo que quiere decir que tras un año desde su implantación se revisarán las tarifas, seguramente al alza. De hecho, las cifras hoy publicadas son las que se pagaban en el canon anterior al que se pagaba mediante los presupuestos del estado y Adepi (Asociación para el Desarrollo de la Propiedad Intelectual) ya está asegurando que son bajas comparando con lo que pagan en otros países europeos.
En Francia en 2016 todo smartphone lleva consigo el pago de un canon de 8,40 euros, en Alemania 8,75 euros o en Hungría 10,25 euros. Desconocemos de momento en qué franja de precios se moverá el canon en un futuro, pero lo que sí sabemos es que volvemos a la situación anterior, en la que se da por supuesto que todo dispositivo capaz de hacer una copia privada de una obra (libro, canción, película...) se usará para ello. Ahora se podrá pedir su devolución pero ¿quién se va a molestar en reclamar ese 1,10 o 3,15 euros? Pocos, y la entidad que gestione el canon se quedará con ese dinero no reclamado.
Imagen de portada | Lisa Risager
En Xataka | Nuevo Canon Digital: aprobado el nuevo canon a CDs, móviles y tablets que pagarán los ¿fabricantes?
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