2017 es el año señalado por Nokia para volver a dar guerra en el mercado de la telefonía móvil. Tras su infructuosa aventura de la mano de Microsoft los finlandeses han vuelto licenciando su marca a una empresa de nueva creación, repleta de ex-trabajadores tanto de la propia Nokia como de Microsoft, encargando la fabricación a una filial de Foxconn. Como resultado ya conocemos sus cuatro primeros terminales: los Nokia 3, Nokia 5, Nokia 6 y Nokia 8.
Los tres primeros están destinados a cubrir las necesidades de usuarios con exigencias básicas o medias, peleando en unas gamas repletas de dispositivos a precios ajustados, de marcas tradicionales y chinas. La prueba de fuego ha llegado con el esperado terminal estrella, el Nokia 8. Potencia combinada con Android puro y unas cámaras prometedoras. Ahora, a la espera de poder probarlo, el Nokia 8 no lo tendrá nada fácil, ya que más allá de la marca no parece ofrecer un algo que lo haga destacar sobre sus rivales.
El Nokia 8 tiene todo lo que tiene que tener...
Nokia ha tirado de manual para la configuración de su terminal estrella. Un Qualcomm Snapdragon 835 con 4 GB de memoria RAM para asegurar fluidez ante cualquier exigencia, reforzada por la inexistencia de una capa de software sobre Android stock, una pantalla con resolución QHD para deleitar a los amantes de la buena imagen o el sistema de carga rápida de Qualcomm, QuickCharge 3.0, para intentar paliar una autonomía que de momento ponemos en entredicho.
NOKIA 8 | |
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DISEÑO | 151.5 x 73.7 x 7.9 mm |
PANTALLA | IPS 5,3 pulgadas |
PROCESADOR | Snapdragon 835 |
RAM | 4 GB |
MEMORIA | 64 GB + MicroSD 256 GB |
SOFTWARE | Android 7.1.1 Nougat |
CÁMARA TRASERA | Dual: 13 MP RGB con OIS + 12 MP B/N, 1,12 um |
CÁMARA FRONTAL | 13 MP, PDAF, 1,12 um, f/2.0 |
CONECTIVIDAD | 4G LTE Cat 9, WiFi a/b/g/n/ac, Bluetooth 5.0, ANT+, aGPS + Glonass + BDS, NFC, minijack, USB-C 3.1 |
BATERÍA | 3.090 mAh |
Por el lado de las características técnicas, a falta de probarlo, al Nokia 8 no le falta nada para poder competir con otros Android de gama alta, como podrían ser los Samsung Galaxy S8, LG G6, Huawei P10 o OnePlus 5. Bueno, quizás haberse ido hasta los 6 GB de memoria RAM, aunque todavía no sean muy habituales.
La cámara puede ser un punto a favor del Nokia 8 que le haga destacar entre sus rivales. Los finlandeses ya habían anunciado la recuperación de su antigua colaboración con Zeiss, para dotar a sus smartphones de cámaras a la altura del mercado actual, y en el Nokia 8 vemos una cámara doble con un sensor RGB de 13 megapíxeles y estabilizador óptico y un sensor monocromo de 12 megapíxeles, además del modo "boothie" para poder grabar vídeo con la cámara trasera y delantera a la vez.
... pero le falta un algo para ser un superventas
Vale, el Nokia 8 tiene las características que se le puede pedir al mejor terminal de una marca que apuesta por Android, pero ¿qué ofrece más allá de eso? ¿Qué le hace destacar o ser un referente para los usuarios frente a todos esos terminales de marcas ya consolidadas y contrastadas? Los móviles, sobre todos los más caros, necesitan un algo que les haga destacar sobre sus rivales para convertirse en la primera opción de los usuarios, y en principio en el Nokia 8 no lo hemos encontrado.
Sí que hemos mencionado el bautizado como "boothie" que permitirá transmitir vídeo con las cámaras situadas a ambos lados del smartphone, una función curiosa pero que tiene papeletas de acabar marginada, o la doble cámara trasera, que veremos si obtiene fotos a la altura de sus rivales, que tampoco parece que vaya ofrecer algo que no ofrezcan otros terminales. Pero fuera de eso, el Nokia 8 no ofrece nada diferencial.
De hecho, desde ya podemos destacar un punto que podría perjudicar al Nokia 8: el diseño. Por mucho aluminio de serie 6000 y un cuerpo que necesita de 20 horas de trabajo para ser acabado que tenga, la tendencia del mercado es la que es, los móviles sin marcos, y el Nokia 8 no va escaso de ellos precisamente. Más allá de un capricho, la casi inexistencia de marcos hace que las dimensiones totales de un móvil se reduzcan, ofreciendo mayor comodidad de agarre y transporte para el usuario.
Dicho todo esto, nos tenemos que alegrar de la vuelta de Nokia, de que el mercado cuente con un nuevo competidor en todas sus gamas. La variedad siempre es buena pero a falta de que caiga en nuestros manos, el Nokia 8 lo tiene muy complicado para convertirse en un superventas. Nos falta por conocer otro aspecto clave en sus probabilidades de éxito, su distribución y precio, aunque parece que se podrá adquirir a cambio de 599 euros a partir de septiembre. El problema es que para entonces, e incluso ya, podemos encontrar a ese precio o por menos terminales tan interesantes como el Samsung Galaxy S8 o el LG G6.
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