Los usuarios somos así, nos movemos por ciclos. Las empresas lo saben, nos conocen, y por eso explotan ese lado nostálgico cada vez que les surge la oportunidad, de ahí ese reflote de modas antiguas que ahora se bautizan como vintage y que buscan tocarnos la fibra sensible para, al final, llevarnos al huerto y que pasemos por caja.
La prueba está en que Nintendo puso en circulación la NES mini y rompió todos los stocks, y en que los medios nos hemos vuelto locos desde que Nokia dejó entrever, a través de alguna que otra filtración y rumor dirigido, que pensaba poner de nuevo en circulación uno de sus terminales emblemáticos: el Nokia 3310.
Ya sabemos su supuesto precio
No cabe duda de que esta Nokia no es la Nokia de antaño. No volveremos a ver al gigante finlandés que dominó el mercado con puño de hierro e imponía su criterio frente al resto de fabricantes. Este regreso será despacio y lo protagonizará una nueva Nokia, con la fabricación en manos de HMD y adoptando Android como sistema operativo.
Pero el peso de la marca es evidente y cada noticia que rodea a este futuro Nokia 3310 es todo un acontecimiento. Lo último que sabemos de él, o creemos saber, es su precio. Según parece, el teléfono llegará a Europa a 59 euros, un precio asequible y que convertirá este 3310 en un capricho al que será difícil resistirse.
La pregunta que surge es, ¿lo compraremos únicamente por capricho? La tecnología ha avanzado muchísimo desde que se lanzase por primera vez el Nokia 3310. Los móviles se parecen muy poco a lo que eran, y ahora les exigimos rendimientos cercanos a los que obtenemos de nuestros ordenadores portátiles y de sobremesa. La nostalgia puede tener poco hueco más allá de presumir un tiempo de haber comprado un teléfono y que acabe en un cajón.
Desconocemos cómo será este futuro Nokia 3310 pero si lo resucitan tal y como era, pese a renovar todo su interior, podemos hacernos a la idea de que no tendremos ni pantalla táctil ni pantalla a color, o no deberíamos tenerlas si el modelo es fiel al original. Compraremos, de nuevo, un teléfono móvil que servirá para hacer llamadas y recibir mensajes. Recibir mensajes en la época de WhatsApp y sus Estados.
Ya veremos qué ocurre finalmente con el futuro Nokia 3310 pero toda la maniobra no parece ir más allá de un mero reclamo. Puede que las ventas sea todo un éxito, como ha ocurrido con la anteriormente mencionada NES mini de Nintendo, pero después Nokia tendrá que demostrar que es capaz de sobrevivir y ser competitiva en el mercado actual. Y ahí el Nokia 3310 tendrá poco o nada que hacer.
Imagen de cabecera | Alixblog
Vía | Business Insider
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