En 2006, Orange y Vodafone llegaron a un acuerdo de compartición activa de redes móviles que se renovó en 2016 y que incluía localidades entre 1.000 y 25.000 habitantes. Ahora, ambas compañías han ampliado ese acuerdo extendiendo las anteriores áreas de compartición a ciudades de hasta 175.000 habitantes.
De esta manera, el nuevo acuerdo de compartición activa sobre las redes 2G, 3G y 4G de ambas compañías alcanzará ahora a 14.800 emplazamientos y se extenderá al futuro despliegue de 5G. No obstante, cada operador mantendrá sus propias estrategias de red en las grandes ciudades y gestionará la optimización y calidad de su servicio de red de forma diferenciada.
14.800 emplazamientos y 1 millón de hogares más con fibra
Los acuerdos entre diferentes operadores es algo que viene de lejos y no es la primera vez que vemos una alianza de este tipo entre Orange y Vodafone. Al acuerdo que hemos mencionado de 2006, se unió otro en 2014 mediante el que ambos operadores se comprometieron a compartir emplazamientos para hacer frente al pacto de Movistar y Yoigo.
Según afirman ambas compañías, el objetivo del nuevo acuerdo es "promover un modelo de inversión sostenible en nuestro país" para acelerar la llegada de las redes NGA (incluyendo el 5G) a áreas geográficas más extensas y de una forma más eficiente. Es por ello que han extendido las anteriores áreas de compartición (localidades entre 1.000 y 25.000 habitantes) a ciudades de hasta 175.000 habitantes.
Con ello, el acuerdo de compartición activa sobre las redes 2G, 3G, 4G y futuro 5G de los dos operadores alcanzará a 14.800 emplazamientos, pero permitirá a ambas compañías mantener sus propias estrategias de red en las grandes ciudades.
También conservarán la utilización independiente del espectro de cada compañía y gestionarán la optimización y calidad de su servicio de red de forma diferenciada, así como las funcionalidades de sus respectivas redes core. Es decir, compartirán la torre, la alimentación eléctrica y la seguridad, pero las antenas o los equipos radioeléctricos seguirán perteneciendo a cada operador para la gestión independiente del tráfico.
Por otro lado, el anuncio de hoy amplía los acuerdos en banda ancha fija anteriores entre Orange y Vodafone, de forma que se facilitan mutuamente el acceso a nuevas áreas geográficas. Con el nuevo acuerdo mayorista, Vodafone podrá llevar sus ofertas de fibra y servicios convergentes a 1 millón de unidades inmobiliarias adicionales sobre la red de Orange, y ambas compañías tendrán acceso a los futuros despliegues de las redes banda ancha fija ultrarrápida de la otra parte.
En cualquier caso, se trata de un acuerdo importante porque el 5G supondrá instalar muchas más antenas y emplazamientos, por lo que compartir su despliegue entre ambos operadores cobra un mayor sentido, especialmente en el caso de Vodafone, que tiene paralizado su despliegue de fibra desde hace varios trimestres.
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