En octubre de 2017 se produjo lo que muchos analistas adelantaron durante años, y que finalmente fue admitido por su responsable directo. Microsoft confirmó que el proyecto de Windows para móviles había sido cerrado y que cesaba su desarrollo, quedando sólo en activo las distintas actualizaciones de seguridad hasta que ya no fuesen necesarias. La crónica de una muerte anunciada en base a los sucesivos descensos de cuota a nivel mundial.
Una de las razones que se esgrimió durante mucho tiempo para el escaso éxito de la plataforma móvil de Windows fue la de sus pocos apoyos, aunque esto siempre ha sido una media verdad. Windows ha tenido muchos apoyos durante mucho tiempo, pero salteados y formados por fabricantes que entraban y salían de la plataforma. El salto a Windows 10 fue, tal vez, el definitivo. Veamos quiénes han apostado por Windows en mayor o menor medida.
No sólo estuvo Nokia
Lógicamente toca hablar de Nokia. Como parte del acuerdo entre los finlandeses y Microsoft, que llevó a los primeros a declinar la opción de Android para abrazar el sistema operativo de los de Redmond, se produjeron teléfonos con la firma Nokia durante bastantes años. El nacimiento y muerte de la línea Lumia, alumbrada bajo el paraguas de Espoo y abandonada ya con la marca de Redmond.
Si buscamos lejos del parque de teléfonos Nokia/Microsoft podemos encontrar bastantes más fabricantes. En el año 2010, por ejemplo, se subieron no pocos constructores al tren de Windows. La propia Samsung, por ejemplo, lanzó el Omnia 7 con Windows Mobile, un teléfono de 4 pulgadas que representó el inicio del apoyo de Samsung a Microsoft, un apoyo que finalizó en el año 2014 con el Ativ SE de 2014. Klinsmann dejó de dirigir a la selección de fútbol de Estados Unidos y Samsung dio carpetazo a las relaciones de su división móvil con Microsoft.
Hasta el 2014 duró también el amor de HTC por el sistema operativo móvil de Microsoft. El fabricante taiwanés, que ahora se ha desmembrado para dejar parte de su empresa bajo las órdenes de Google, llegó incluso a personalizar su HTC One, aquel teléfono metálico que impresionó pero no llegó a cuajar en ventas, y tampoco lo hizo al amparo de Windows Phone 8.1.1.
La "ruptura" de Windows 10
Como vemos, el patrón parece repetirse; entradas y salidas de fabricantes del ecosistema de Microsoft con una fecha tope, el año 2014. ¿Qué ocurrió en ese año? Nada más y nada menos que el anuncio de que Windows 10 comenzaría a aterrizar en el móvil sólo un año más tarde, y un año y varios meses después se confirmó el abandono de muchos modelos pasados por parte de la Creators Update, incapaces de adaptarse a la nueva versión de Windows.
Otros consiguieron atravesar el desierto y mantener el apoyo a Windows, como el caso de Lenovo, el gran fabricante de origen chino, ahora dueño de Motorola, y que decidió abandonar a Microsoft a finales del pasado 2016. Lenovo perdió la confianza en Microsoft y en su sistema, y se sumó a la lista de "tránsfugas" que partieron hacia Android. O mejor dicho, que se dedicaron entonces única y exclusivamente a Android al desechar la segunda vía.
Desde la llegada de Windows 10, el parque de teléfonos con Windows estuvo claramente dominado por Microsoft con sus propios Lumia, marca heredada de su anterior colaboración con Nokia, convertida en posterior compra, y con apoyos puntuales. Apoyos como los de LG, Acer, BLU, Vivo o Vaio. O apoyos como el de HP, el último en protagonizar un divorcio público de Microsoft.
La gran apuesta empresarial de HP y Microsoft se convirtió el pasado año en el HP Elite X3 y ahora, más de un año después, HP parece tomar otro rumbo. Asegurando que el mantenimiento de su teléfono se sostendrá hasta concluir su garantía, los norteamericanos exploran vías para cambiar de ecosistema y pasarse a Android, es lo que sugiere el recientemente rumoreado HP Pro X3.
No fue cuestión de falta de apoyos
No son pocos los fabricantes que han dado su apoyo a Microsoft en un momento u otro. Y todos, sin excepción, han ido abandonando una plataforma que también ha dejado de lado su propio desarrollador. Tal vez, sólo tal vez, el problema de Microsoft no fue el de sus apoyos sino el de los constantes tropiezos en una plataforma que no cejó en su empeño de soltar lastre con teléfonos abandonados en versiones anteriores. Como el paso de Windows Phone 7 a Windows Phone 8, o como con la llegada de Windows 10.
Fabricante |
Principal modelo y año |
---|---|
Microsoft/Nokia |
Lumia 950 XL en 2015 |
Samsung |
ATIV SE en 2014 |
HTC |
One M8 for Windows en 2014 |
Acer |
Liquid Jade Primo en 2015 |
VAIO |
Phone Biz en 2016 |
NuAns |
NuAns Neo en 2016 |
Lenovo |
SoftBank 503LV en 2016 |
HP |
Elite X3 en 2016 |
Dell |
Venue Pro en 2011 |
Alcatel |
Idol 4 Pro en 2016 |
Huawei |
Ascend W1 en 2013 |
BLU |
Win HD LTE en 2015 |
Microsoft ha sabido reconducir parcialmente la situación bajo el mando de Nadella. Los de Redmond ahora se centran en su software multiplataforma, haciendo que Office sea probablemente más popular que nunca, o llevando OneDrive, Skype o Cortana a todos los rincones y a todas las tiendas de aplicaciones. O como poco, a las más populares, a las de un Android y un iOS que cubren casi el 100% del mercado.
Pero la apuesta por su propio hardware fracasó, y la apuesta por su propio sistema operativo también lo ha hecho. Windows no supo adaptarse a lo que el nuevo mercado pedía, y cuando lo hizo ya era tarde y lo hizo mal. Windows 10 podría haber sido mucho, muchísimo, pero finalmente no fue nada. En móviles, claro, que es donde se certificó su defunción.
Ver 14 comentarios