Tras años compaginando distintos reproductores en la tele de mi casa, con la Nvidia Shield TV y su Android TV como protagonista, un recién llegado terminó convirtiéndose en el anillo único del salón: el Amazon Fire TV Stick 4K Max. Incluso por encima de WebOS, el sistema operativo de mi Smart TV: en el reproductor de Amazon tengo todo lo que necesito. Ahora incluso los juegos de Xbox.
Empecé probándolo para los artículos de reproductores basados en Android, poco a poco fue ganando posiciones entre mis dispositivos favoritos y ahora hasta enciendo la tele con el mando del Amazon Fire TV Stick 4K Max. Instalé todas mis plataformas de streaming, puedo jugar sin encender la consola, la calidad de imagen es muy buena y hasta el sonido es de alta calidad. Sí, tiene sus pegas, pero le he terminado encontrando mucho más provecho del que esperaba.
Infinidad de posibilidades a un precio muy contenido
FireOS no deja de ser un Android sin los servicios y apps de Google, por lo que, básicamente, un Fire TV es un Android TV disfrazado. Amazon modifica el sistema para incluir como predeterminadas sus plataformas, aunque también abre la puerta a la mayoría de su competencia. Incluso algunas que hasta ahora no estaban en España, como HBO Max: con la llegada de Max ya no hay que pelearse con los APKs.
El Fire TV Stick 4K Max que tengo ahora no es el primero que pruebo, ya que probé alguno de las primeras generaciones. Y aquí hay una pega: los reproductores multimedia de Amazon no aguantan demasiado bien el paso de los años, sobre todo los menos potentes. Abrir Netflix o Disney+ en un Fire TV de hace años puede ser toda una odisea, el hardware se ve penalizado en buena medida por el paso del tiempo.
Teniendo en cuenta que la potencia garantiza mayor duración del dispositivo, con un Fire TV Stick 4K Max no sólo veo a máxima resolución el contenido, también tengo una experiencia fluida con acceso rápido a todas las aplicaciones. De hecho, la interfaz va más fluida que la de mi Nvidia Shield con Android TV, y eso que su hardware sigue siendo de alto nivel.
Poder controlar la televisión con el mando del Amazon Fire TV ha hecho que la encienda y apague desde ahí, también administro el volumen de la barra de sonido pulsando los botones del mando físico (gracias, HDMI-CEC). La interfaz de FireOS es perfecta para el contenido de la tele, al final terminé prescindiendo hasta del puntero flotante de LG. Y claro, también he dejado a la faceta Smart TV de la tele: tener todo centralizado en el reproductor de Amazon me facilita la vida.
Es compatible con la mayor parte del streaming, reproduce a gran calidad, puedo cargar archivos APK de Android, se mantiene actualizado, tener Xbox Game Pass integrado es una delicia y otro aspecto importante: los Amazon Fire TV son muy baratos. Eso sí, mejor esperar a que estén rebajados, a menudo caen hasta la mitad de su precio (el próximo Prime Day será el momento perfecto).
No todo es bueno: Amazon controla en exceso la experiencia
Mi Amazon Fire TV Stick 4K Max es muy versátil, aunque tampoco está exento de problemas. Entre los principales que yo he encontrado:
- Las opciones de ajuste para el sonido y la pantalla me parecen muy cortos.
- Amazon limita en exceso el uso avanzado de los Fire TV. Por ejemplo, no resulta posible cambiar el funcionamiento de los botones predefinidos en el mando (los métodos se van capando conforme se popularizan).
- Anuncios de Amazon en la portada del reproductor. Siempre que enciendo el Fire TV suena a máximo volumen algún anuncio de Prime Video, también aparecen demasiadas sugerencias en la parrilla principal.
- El hardware se ve muy penalizado por el paso del tiempo. Sobre todo en los Fire TV más básicos: pese a que sigan funcionando, se vuelven muy lentos.
Imagen de portada | Iván Linares
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