Estar en plena era de las suscripciones tiene una parte positiva de cara a tener variadas ofertas de entretenimiento. Sin embargo, si queremos contar con varias plataformas podríamos encontrarnos con un buen pico de dinero que va destinado a ellas. De ahí que una buena forma de ahorrar sea compartir cuenta con familiares, amigos e incluso desconocidos.
Ahora bien, las plataformas se están empezando a poner serias con limitar las cuentas compartidas con personas que vivan fuera del hogar. DAZN ha sido la última en confirmarlo, aunque antes Netflix inició una prueba piloto que impedía también compartir cuenta en algunos países y hasta Disney+ se plantea esta posibilidad.
Aunque no nos persigan por ello, muchas plataformas lo prohíben ya
Primeramente, cabe resaltar que en las condiciones del servicio de muchas plataformas de streaming aparecen ya la prohibición de compartir la cuenta con personas que no convivan con nosotros. De hecho, las ya citada DAZN y Netflix son dos de las que ya tenían esa limitación. Sin embargo, como ocurre casi siempre, aceptamos las condiciones sin leerlas.
A priori, y pese a incumplir esta normativa, no se han visto casos de cuentas suspendidas por ello. Por tanto, se entiende que las plataformas tienen (o han tenido) manga ancha con los usuarios que se saltan esta norma. Sin embargo, Netflix abrió la veda y muchas se sumarán a esta "persecución".
La reciente caída de ingresos de Netflix y su consecuente afectación en bolsa hicieron que la compañía dirigida por Ted Sarandos se pusieran manos a la obra por tapar los agujeros del barco ante un posible naufragio. Netflix es un transatlántico, pero barcos mayores se han hundido.
Por ello, la compañía inició una prueba piloto en tres países de América Latina, en la cual querían experimentar con el servicio en base a impedir que se compartan cuentas. Un experimento que, como es evidente, les serviría para testar su implementación a nivel mundial. No han trascendido datos de la prueba, pero ya se da por hecho que a finales de año podría ser oficial y con ello la llegada de anuncios a la plataforma para hacer rentables unas previsibles tarifas más baratas para el usuario.
Siendo Netflix la gran impulsora del streaming, es normal que los rivales la observen incluso cuando está en una mala racha. De ahí que otras plataformas como Disney+ planteen también la posibilidad de añadir publicidad y, como decíamos al inicio, también de impedir compartir cuentas de forma más agresiva. Y es que, la Netflix que pierde suscriptores hoy puede ser la Disney+ que pierde seguidores mañana. O la HBO Max. O la Amazon Prime Video. O la... Se entiende, ¿no?
¿Cómo sabrán Netflix y compañía si compartimos cuenta?
Oficialmente no han trascendido los mecanismos mediante los cuales Netflix está ya probando su limitación en Latinoamérica, aunque tampoco es complicado de prever. Todo tendría relación con la dirección IP que se utiliza para conectarse, la cual ofrece también datos sobre la localización. Aunque no será una comprobación de IP y ya, sino que se utilizan métodos de detección más avanzados y sofisticados.
La idea general es que la plataforma pueda bloquear el acceso al contenido a una IP que no sea la que está registrada en el hogar. Sin embargo, es evidente que no siempre que aparezca una IP ajena se trate de una persona externa al hogar. Podemos estar consumiendo contenido de camino al trabajo o en un hotel en vacaciones. Y Netflix, como otras, lo puede detectar perfectamente.
Además de conocer las rutinas de uso y dar como buena la IP que se obtiene en el viaje de casa al trabajo y del trabajo a casa, el sistema también podrá distinguir cuando una conexión desde otro lugar muy diferente es debido a algo puntual como estar de vacaciones o cualquier otra situación similar. Ahora bien, si esto es algo habitual, levantará sospechas de que la cuenta se está usando realmente por otra persona fuera del núcleo familiar.
Por el momento, las pruebas de Netflix son un secreto absoluto y tampoco hemos recibido feedback por parte de usuarios que hayan visto sus cuentas bloqueadas (si es que los ha habido ya). Sin embargo, sí que sabemos que oficialmente Netflix se lo comunica al gestor de la cuenta mediante un email, avisándole de la situación y sugiriéndole como solución el añadir un usuario de fuera del hogar a un menor precio que si lo contrata por separado.
Habrá que ver, cuando acabe siendo esta una regla común en todo el mundo, si Netflix usa el mismo modus operandi o si ofrece algún cambio. Sea como fuere, no parece descabellado que así vaya a ser y que otras plataformas no lleguen a imitarlo.
Duele al usuario (y su bolsillo), pero puede haber puntos de entendimiento
No quisiera yo, ni en nombre propio ni el de este medio, el que haga de abogado del diablo y me posicione a favor o en contra de medidas como estas. Sin embargo, poniendo en el centro el punto de vista empresarial, es una medida que puede tener todo el sentido del mundo ante un panorama cada vez más competido. Y eso, sin tener en cuenta factores de crisis económicas.
Más allá de que las plataformas son libres de poner todas las limitaciones que quieran, siempre ajustándose a las leyes, puede ser entendible que ante la perdida de suscriptores se planteen medidas como estas. A buen seguro, en Netflix y compañía disponen de informes detallados acerca de cuántos usuarios comparten cuentas y, para que se planteen esta medida drástica, apunta a que cada vez son más los que recurren a compartir gastos.
Ahora bien, evitar una sangría en pérdida de suscriptores no pasa solo por impedir compartir cuentas. De hecho, poniéndonos también en la piel del usuario, que es lo que somos al fin y al cabo, también podemos entender que hay otras vías para ello. Incluso podemos dar por buena esta medida, aunque no a cualquier precio y siempre bajo un servicio que se ajuste a lo razonable en cuanto a precio y prestaciones.
A mi juicio personal y, creo, el de muchos otros usuarios, estos son los tres pilares en los que se deberían sustentar Netflix y otras plataformas con el fin de contentar a una mayoría en un marco de entendimiento y sin que ello les implique perdidas millonarias:
- Contenido de calidad y no nos referimos a ofrecerlo en 4K, que también y más en concreto Netflix que es la única grande que sigue ofreciendo tarifas en diferentes resoluciones. Nos referimos a las producciones en sí, al nivel de sus guiones, los actores que participan, la imagen y el sonido... En definitiva y, sabiendo siempre que los gustos son muy subjetivos, se note un empeño real en querer tener un sello diferencial respecto a lo gratis.
- Precio razonable para quienes compartan cuenta, dando por hecho que será más barato que contratarlo de forma individual, pero que no suponga eso un descuento irrisorio y se sitúe en un buen término medio para que, aunque se pague un poquito más que compartiendo cuenta como hasta ahora, merezca la pena y sea justificable.
- Fomentar otras vías como la publicidad, ofreciendo tarifas a menor precio, pero que tampoco supongan un abuso y acaben creando una plataforma repleta de anuncios intrusivos. Que estos se adapten a la interfaz de navegación y se produzcan antes de la emisión y que, en caso de añadir anuncios intermedios, estos se añadan con un algoritmo capaz de no interrumpir una escena clave.
Habrá quien piense que el usuario sale perdiendo. Y en buena parte es cierto, pero no menos verídico es que estamos abocados a un cambio en las plataformas en favor de la restricción de compartir contenido. Por tanto, ante un posible modelo que arroje más críticas que halagos, cumplir con pilares como esos será al menos un respaldo de garantía ante aquellos que realmente quieran seguir disfrutando del contenido y no sentirse estafados.
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