La cámara es, desde hace un par de años, el elemento al que los fabricantes dan más importancia en sus presentaciones. Cada vez los móviles son más potentes en este sentido, cada vez los sensores son mejores y los móviles de gama media son espectaculares para hacer fotos en ciertas condiciones.
Parece que la guerra ya no es tanto por ver quién tiene más megapíxeles y se detalla más el sensor y su tamaño, pero sigue habiendo compañías que alardean de tropecientos megapíxeles. Samsung y Xiaomi son dos de ellas y tengo que decirte que no es marketing. Bueno, no todo, ya que me he ido a Tailandia con un Redmi Note 13 Pro+ y su cámara de 200 megapíxeles me ha dejado impactado. Siempre que la luz fuera buena, eso sí.
Antes, hablemos un poquito de sensores
Cuando hablamos de fotografía, los megapíxeles no lo son todo. Es algo que te contamos en cada análisis y, para muestra, lo que pasaba con los iPhone y los Google Pixel. Hasta hace no tantas generaciones, con sensores de 12 megapíxeles conseguían eclipsar al resto de marcas con sensores de 64 o 108 megapíxeles.
Considero que el Sony IMX766 fue un punto de inflexión porque acercó un muy buen sensor a una gama media que dio un salto de calidad impresionante gracias a él y, posteriormente, hemos ido viendo nuevas generaciones que permiten lo que comentaba hace unas líneas: con un móvil de gama media hacia arriba, conseguimos unas fotos espectaculares.
Pero bueno, aunque todos los sensores han mejorado, es fácil pensar que, cuando un fabricante nos dice que su nuevo móvil de gama media tiene 200 megapíxeles, se trata de un truco publicitario. Muchos usuarios dirán "como tiene más, es mejor", y no es así. No del todo.
Con el Redmi Note 12 Pro+ vimos un salto impresionante gracias a su sensor de 200 megapíxeles. Estaba firmado por Samsung, siendo el ISOCELL HPX con un tamaño de 1/1,4 pulgadas. No era el mismo que montaba el Galaxy S23 Ultra, pero no estaba tan, tan lejos, como demostró mi compañero Ricardo en su día.
Con el Redmi Note 13 Pro+ tenemos el sensor "bueno" de Samsung, un ISOCELL HP3 de 200 megapíxeles con píxeles de 0,56 micras a resolución completa o de unos más interesantes píxeles a 2,23 micras en modo automático a 12 megapíxeles. No es el mismo de un Galaxy S24 Ultra que, curiosamente, repite con el ISOCELL HP2 del año pasado, algo lógico teniendo en cuenta lo controlado que tiene Samsung este sensor y los buenos resultados que ofrece.
Pero bueno, basta de hablar de los sensores porque lo importante es lo que podemos hacer con ellos.
El procesado agresivo no puede con los enormes archivos a 200 megapíxeles, y eso es bueno
Uno de los "problemas" de la fotografía móvil actual es el procesado. Los fabricantes quieren dejar una fotografía tan, tan bonita que optan por sistemas de procesado muy agresivos. Quitan ruido, levantan sombras, añaden saturación y contrastes, aplican un muy buen HDR para que no salgan zonas quemadas o sin detalle y son fotos que están pensadas para hacer y, sin retocar, subir a redes sociales.
Hay fabricantes que optan por resultados más naturales, siendo Sony el abanderado con un procesado que refleja muy bien lo que vemos con nuestros ojos (a costa de ofrecer fotos con menos pegada), pero la tónica general es un procesado que suele ser agresivo.
Centrándome en el Redmi, en el modo automático a 12 megapíxeles obtengo fotos que, como digo, no hay que tocar: están listas para subir a Instagram. Ahora bien, no son tan naturales como me gustaría, y es algo que he comprobado disparando las mismas fotos a 200 megapíxeles.
A continuación, te dejo un ejemplo en el que se puede ver claramente:
La foto de la izquierda es a 200 megapíxeles y la de la derecha a 12 en automático. Aparte del cambio de tonalidad, que me importa menos en esta situación, tenemos tres cosas muy claras:
- Los edificios del fondo se ven con un efecto acuarela en la foto a 12 megapíxeles, incluso sin ampliar. Sube mucho el contraste y elimina ruido, dejando unas fachadas muy planas. A 200 megapíxeles se ven mucho más naturales.
- A 12 megapíxeles hay un exceso de saturación en elementos como las barcas o el cielo, algo que no era así en la realidad.
- En la ampliación, podemos ver que se suben las sombras para conseguir detalles bajo las copas de los árboles, consiguiendo que haya, curiosamente, menos detalle.
Es, de nuevo, una foto perfecta para Instagram o cualquier otra red social, y desde el propio móvil se ve bien, pero en el momento que la pasas al PC o, incluso, quieres imprimirla, es donde te das cuenta de que algo falla.
El resultado de la foto a 200 megapíxeles no sólo es más natural, sino que me permite hacer recorte a placer para conseguir encuadrar lo que quiera. Por ejemplo, aquí te dejo una foto a resolución completa y los tres recortes que he sacado:
No son perfectos, ya que en el de abajo a la izquierda tenemos una zona desenfocada sin motivo lógico, pero hacer una foto a 200 megapíxeles me permite:
- Ampliar a posteriori conservando detalle.
- Tener una foto menos procesada y, por tanto, más natural.
Ahora bien, y puede que aquí esté el punto polémico: no creo que Xiaomi haga esto a propósito. Es decir, no creo que aplique un procesado especial a la foto en automático y no a la sacada en 200 megapíxeles. Creo que la explicación es mucho más sencilla.
Y es que, el Dimensity 7200 Ultra del Redmi es un muy buen procesador, pero no puede hacer la foto a 200 megapíxeles, procesar esa inmensa cantidad de información y, además, aplicar un procesado. Aplica un mínimo procesado, seguro, pero no uno tan, tan agresivo como el que ejecutan en la foto tomada en automático.
Y, curiosamente, para mí esto es una ventaja siempre que el día acompañe. Porque algo curioso es que, cuando cae la noche o la luz no es óptima, por mucho que dispares a 200 megapíxeles, el móvil sí aplica un procesado extremadamente agresivo.
A 200 megapíxeles, el tamaño del píxel es el original de 0,56 micras, lo que significa que es tremendamente pequeño y no puede captar tanta luz. El propio móvil te avisa en pantalla cuando vas a hacer una foto en interior o de noche a 200 megapíxeles "asegúrate de que haya suficiente luz".
La espinita es que estos móviles de gama media no nos suelen permitir disparar en RAW porque un RAW no ya de 200, pero sí de 50 megapíxeles, creo que nos dejaría con una gran base para trabajar a posteriori en programas como Snapseed o cualquier otro software de retoque.
Lo que me llevo de todo esto es una valiosa lección, ya que los megapíxeles en las gamas medias han dejado de ser, para mí, el vehículo para poder hacer ampliaciones a posteriori, sino una forma de tener fotos con un procesado mucho menos agresivo. Sólo falta que empiecen a introducir en estas gamas medias los modos de disparo RAW, puesto que los buenos sensores ya los tienen.
Fotos | Alejandro Alcolea
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