El pasado año veíamos cómo Facebook hacía sus primeras incursiones en esto de la asistencia basada en Inteligencia Artificial. Nacía entonces M, un bot para su aplicación de mensajería instantánea Messenger basado, como decimos, en la IA y también en un respaldo de factor humano.
M, que se presentó por primera vez en 2015, nos ofrecía la posibilidad de entrar en nuestras conversaciones privadas y hacernos sugerencias (dicho así casi entendemos el motivo de su extinción). Sin embargo, parece que no ha tenido toda la acogida esperada y sus creadores lo apagarán, no sabemos si para siempre, el próximo 19 de enero.
¿Qué pudo fallar?
Ante esta pregunta, y tras haberlo probado en primera persona, la verdad es que tenemos varias respuestas claras. Por un lado, que tras su salida en Estados Unidos el servicio, sí, aprendió español, pero su desembarco en el resto de países llegó de manera demasiado heterogénea.
Muchos no sabían de la existencia del asistente, algo que no solo tuvo que ver con la falta de promoción del servicio (casi inexistente) sino también con el funcionamiento de éste. Como ejemplo práctico diremos que nosotros tardamos semanas en conseguir "invocar" al asistente para conseguir escribir este artículo.
Pero falta de promoción aparte, hay otro factor que no debemos dejar pasar inadvertido. Y es que el uso de la IA con bots con fines comerciales (como los bots de Pizza Hut o los de bancos como BBVA) no producen rechazo al usuario, ya que además estos cumplen una clara función de servicio y el "trato" es meramente comercial y directo con ellos.
M se "inmiscuía" en nuestras conversaciones privadas, por lo que es lógico que pueda provocar rechazo en el usuario
Sin embargo, el planteamiento de M era distinto, ya que éste se inmiscuía (no podemos evitar ya hablar en pasado de él) en las conversaciones privadas que nosotros tuviéramos con nuestros contactos, algo que incluso sin saber que hay un equipo humano detrás, produce un evidente rechazo.
Según un portavoz de Facebook -el mismo que ha anunciado la muerte de M-, el asistente les ha servido para aprender más sobre sus usuarios y sobre su relación con la Inteligencia Artificial, por lo que aplicarán lo aprendido en futuros servicios. Esperemos que la próxima sea mejor y desde aquí nos despedimos de M, ya que al menos nosotros sí tuvimos el placer de conocerle.
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