Hay un dicho que suele cumplirse en multitud de sectores y que versa tal que así: "si no pagas nada por usar un producto, es que el producto eres tú". Y en lo que tiene que ver con el ámbito tecnológico, todo giro en torno al comercio con los datos. No datos puros y duros (no siempre) sino con la analítica de dichos datos. Con tendencias. Saber qué hacemos es algo que vale mucho dinero, como demuestran constantemente las multinacionales tecnológicas.
WhatsApp vivía más o menos tranquilo con sus suscripciones anuales que muy poca gente pagaba, pero en el momento en que fue comprada por Facebook todos los ojos se posaron sobre la app. Ahora, tras el jaleo de las condiciones de uso del pasado 2021, que no causó poco revuelo, Europa vuelve a mandar una carta al gigante de la mensajería. Tienen un mes para aclarar qué hacen con los datos de uso que extraen de sus usuarios. Un mes, y no hay más que hablar.
Europa duda de la política de WhatsApp y la obliga a explicarse
El primero de los grandes revuelos en torno a WhatsApp y a lo que hacía con los datos de los usuarios llegó cuando comenzó a solicitar (de una forma bastante obligatoria) a sus usuarios a que aceptaran una nueva política. Esa política venía a decir que tenían permiso para compartir parte de los datos generados por sus usuarios contras empresas de Meta. Facebook y compañía, para entendernos.
Tal fue el revuelo que WhatsApp tuvo que retrasar en varias ocasiones al entrada en vigor de la nueva política, y desde Europa les recordaron que dicha política violaba la forma de operar en Europa. Toda vez que Europa tiene en vigor la GDPR que prohíbe de forma expresa sacar datos de usuarios del continente. Esto, lógicamente, impedía a WhatsApp llevar sus datos a Estados Unidos, y al empresa (poniendo como ejemplo a Instagram y Facebook) llegó a insinuar que podría dejar de funcionar en Europa antes la imposibilidad de ganar dinero con su negocio aquí.
A primeros de año, Europa ya avisó a WhatsApp que tenía que poner en orden determinadas cosas para seguir operando con normalidad en el Viejo Continente. La compañía tenía que explicar a Europa qué es lo que hacen con nuestros datos al ponerse en duda su nueva política de privacidad. En definitiva, WhatsApp debía decir, entre otras cosas, si estaban ganando dinero con dichos datos pues no quedaba del todo claro.
Ahora, casi seis meses después, Europa se ha cansado de esperar y ha enviado una nueva comunicación a Facebook. Dicha carta indica que los responsables de WhatsApp tienen un mes para terminar de responder a las preguntas emitidas por Europa a primeros de año. La carta llega firmada por la Comisión Europea y por la Red de Cooperación para la Protección del Consumidor, y a todas luces se trata de un ultimatum.
Es la RCPC la que cree que WhatsApp no es suficientemente clara en lo que respecta a su política de datos, y que la compañía tiene que aclarar varios puntos. No sólo a Europa sino también dejando clara esta información en sus términos de uso. WhatApp deberá indicar cómo se avisará a los usuarios de los futuros cambios en sus términos de uso (que en la última ocasión fueron realmente confusos) y, sobre todo, deberá declarar si obtiene dinero de la explotación de los datos de sus usuarios. En negro sobre blanco.
Más información | Comisión Europea
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