Las navidades no pintan bien para Apple. Se trata de uno de los periodos, junto al Black Friday, más importantes para las ventas de cualquier empresa, pero si hablamos de navidades (regalos) y Apple, el binomio es positivo para los de Cuperino gracias, en buena parte, al Apple Watch.
Es el complemento perfecto para el iPhone y uno de los regalos estrella. Sin embargo, estas navidades no se podrá comprar ni el Apple Watch Ultra 2 ni el Apple Watch Series 9 en Estados Unidos. ¿El motivo? Una reclamación de patentes que ha obligado a Apple a detener las ventas. Te contamos todo el caso porque tiene bastante miga.
El sensor de la discordia
El pasado martes, nos enteramos que Apple tenía prohibido vender sus nuevos relojes en Estados Unidos. A partir del 21 de diciembre no podría venderlos en su tienda online, pero a partir del 24 de diciembre tampoco estaría disponible en las Apple Store físicas.
Esto se amplía a las tiendas de terceros, que podrán seguir vendiendo el reloj mientras haya stock, pero no recibirán nuevas unidades por parte de Apple. Además, ahora nos enteramos que la International Trade Commusion (ITC) ha prohibido la importación del reloj, lo que supone otro varapalo para la compañía.
¿El problema? Parece que el sistema, o algunas partes del mismo, de lectura de oxígeno en sangre que montan los últimos Apple Watch está basado en patentes de la empresa Masimo. Según Bloomberg, Apple está trabajando en una actualización de software para salvar la Navidad, pero Masimo afirma que no es software, es hardware y habría que cambiar el sistema al completo.
Quién es Masimo
Esa es la gran pregunta en estos momentos. En pocas palabras, se trata de una gran empresa tecnológica enfocada en las tecnologías de monitorización no invasiva. Eso es, precisamente, lo que hacen los sensores de nuestros relojes, pero también sistemas como los ‘pulsómetros’ de algunos móviles en el sensor óptico de la huella en pantalla.
Como comentan nuestros compañeros de Applesfera, se trata de una empresa que está valorada en 2,7 billones de dólares y que tiene unos 5.300 empleados. No es una compañía pequeña, ni mucho menos, y este no es el primer encontronazo entre Apple y Masimo.
Y es que, en 2013, Apple fichó a Michael O’Reilly (director médico en Masimo), así como a Nancy Doughtery y Ravi Narasimham (experta en sensores de uso médico y responsable de Vital Connect), respectivamente. Los tres empezaron a trabajar en el nuevo y revolucionario dispositivo secreto de Apple, el Apple Watch.
Empezó una historia de acusaciones por parte de Masimo, que afirmaban que la empresa estaba introduciendo en sus dispositivos tecnología robada. Y eso nos lleva a la tecnología de Extracción de Señal Masimo, un sistema de pulsioxímetro muy preciso que es lo que Masimo reclama a Apple.
El sistema de Apple es extremadamente preciso a la hora de medir la saturación de oxígeno en sangre y Masimo afirma que esa tecnología les pertenece. Masimo ha seguido puliendo la tecnología, pero ahora están convencidos de que pueden plantar cara a Apple y estas primeras sentencias de la justicia parece que les dan la razón.
Ahora bien, si Masimo lleva en guerra con Apple desde hace diez años y los Apple Watch llevan sensores de oxígeno en sangre desde hace generaciones, ¿por qué ahora? Parece que Apple se ha ido llevando poco a poco talentos de otras empresas del sector de la monitorización, aumentando sus salarios y teniendo información privilegiada. Algunos habrían sido de Masimo y eso habría sido la gota que ha colmado el vaso.
En qué se traduce todo esto
Apple no tiene fácil el salir de esta situación. Aunque ya hemos comentado que parece que están trabajando en una actualización de software, desde Masimo se insiste en que es un problema de hardware que no podría arreglarse con software, por lo que Apple no sólo no tendrá sus últimos modelos disponibles en Estados Unidos para estas navidades, sino que no podrá venderlos durante los próximos meses.
Como leemos en Bloomberg, los analistas estiman que sólo el Apple Watch generó 17.000 millones de dólares para Apple en el año fiscal 2023 que finalizó el pasado septiembre. Es un dispositivo vital para la compañía y la prohibición de venta podría afectar muy negativamente.
De hecho, es posible que tengan que ser los Apple Watch Series 8 que Apple puede vender reacondicionado y los Apple Watch SE (sin pulsioxímetro) los que tengan que salir al rescate de las ventas de Apple Watch, pero la “buena” noticia para nosotros es que esta batalla no nos afecta en absoluto.
En Europa, al menos de momento, podremos seguir comprando un Apple Watch Series 9 y Apple Watch Ultra 2 con total normalidad, pero está claro que Apple va a seguir peleando para que la situación de marcha atrás, aunque parece que están esperando un veto presidencial de Biden para poder seguir vendiendo el reloj y, como leemos en The Verge, eso sería muy, muy excepcional.
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