La fibra óptica tardará aún mucho tiempo en estar disponible en todos los hogares, de ahí que se continúe investigando en cómo exprimir a fondo el par de cobre tradicional.
El último ejemplo nos llega de la mano de Alcatel-Lucent que en colaboración con A1 han llevado a cabo una serie de pruebas de una nueva tecnología denominada G.fast y que pretende rejuvenecer las líneas VDSL2 actuales.
Para ello se usan nuevas técnicas de transmisión basadas en canales de gran ancho de banda junto con la tecnología vectoring para minimizar interferencias. ¿El resultado? Pues velocidades típicas de 500 Mbps a distancias de 100 metros.
Aunque la situación mejora si la distancia entre el usuario y la central disminuye y si la calidad del aislamiento de los cables es buena. Por ejemplo, afirman ser capaces de alcanzar en las mejores condiciones del cableado hasta 1,1 Gbps a distancias de 70 metros y 800 Mbps en distancias de 100 metros.
La tecnología no estará disponible para su despliegue hasta dentro de varios años, aunque puede servir para que las operadoras se replanteen la instalación de fibra hasta los hogares en zonas poco rentables.
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