Cuando contratamos una conexión a Internet, podemos elegir entre distintos rangos de velocidad: fibra de 300 Mbps, 600 Mbps o 1 Gbps. Cuando tenemos un problema con Internet y llamamos al servicio técnico, lo primero que te piden -además de reiniciar el router- es que hagas un test de velocidad. La velocidad de la red es importante, pero no lo es todo.
Seguro que alguna vez has notado que tu conexión a Internet iba mal, a pesar de que los tests de velocidad volvían perfectos una y otra vez. Esto pasa pues hay más factores que influyen en la calidad de tu conexión. Te explicaremos qué es cada uno de ellos y qué significan estas palabras que probablemente hayas oído más de una vez: ping, lag, latencia, loss...
Velocidad de descarga (Gbps, Mbps...)
Uno de los pocos datos que mucha gente tiene sobre su conexión a Internet es la velocidad de la conexión, que viene a ser lo mismo que el ancho de banda. No lo es todo, aunque sí es muy importante. Se mide en Gbps o Mbps, que son las siglas de gigabits por segundo y megabits por segundo respectivamente. Antiguamente era necesario usar también Kbps, o kilobits por segundo.
Esta medida mide la velocidad máxima de transferencia de la que es capaz la conexión y que puede ser distinta en la subida y la bajada. Es importante distinguir que estas velocidades se basan en bits y no bytes, que es lo que usamos en el día a día para medir el tamaño de archivos en el móvil o en un PC.
1 byte son 8 bits, de modo que una velocidad de descarga de 300 Mbps es capaz de bajar un archivo como máximo a 37,5 Mb/s o megas por segundo. La velocidad máxima depende no sólo de tu conexión, sino también de la otra parte: si descargas archivos, de la velocidad de subida de donde los bajas; si visitas una página web, de la velocidad de sus servidores.
Latencia o lag
La RAE define la latencia como el "tiempo que transcurre entre un estímulo y la respuesta que produce". Es una definición biológica, aunque viene a ser lo mismo aplicado a una conexión a Internet. En el ámbito de las telecomunicaciones, se trata del tiempo que trascurre desde que se envía una información hasta que llega a su destino.
Generalmente medimos la latencia mediante el ping (que veremos a continuación), aunque al ser un concepto más amplio, lo encontramos en todas partes. Es el tiempo que trascurre de desfase que tiene una retransmisión en vivo o cuánto tiempo trascurre desde que intentas pulsas el botón de disparo en un juego y tu personaje "dispara" a tus contrincantes en una partida online.
Cuando la latencia es alta, tendremos problemas para tener videoconferencias (lo que decimos y nos dicen tardará en llegar a la otra persona) y en juegos. En juegos, es comun llamar a la alta latencia lag, en inglés, usado para describir muchos de los comportamientos causados por un ping alto y pérdida de paquetes: personajes que aparecen y desaparecen, comportamiento errático, movimientos bruscos, etc.
Si bien podemos medir la velocidad de la red, el ping y el loss (o pérdida de paquetes), el lag es más una combinación de todos ellos, de modo que no hay una métrica única. Algunos juegos, eso sí, muestran un icono de desconexión o mala conexión para mostrar que estás teniendo lag en ese momento.
Ping
El ping es una forma de ponerle medida a la latencia y se mide en milisegundos, aunque si estamos hablando de lag, puedes tener un ping relativamente bueno y que la conexión vaya mal si se pierden paquetes, como veremos a continuación.
Ping es un concepto tan sencillo como enviar un pequeño paquete con datos y ver cuánto tarda en volver de vuelta. Lo puedes hacer desde la consola cualquier sistema operativo con el comando ping y es común que los juegos indiquen el ping que tienes. Algunos tests de velocidad también indican el dato.
Como es obvio, cuanto menos sea el ping, mejor, pues esto indica que la comunicación es más rápida y hay menos retardo entre, por ejemplo, desde que pulsamos el botón de salto en un juego online y el servidor de dicho juego recibe el dato de que hemos saltado. Un ping bueno ronda o baja de los 10 ms y cuando sube de 200 ms comienza a convertirse en un problema en la mayoría de juegos.
Pérdida de paquetes o loss
Un ping alto es un problema en juegos y actividades en tiempo real por Internet, como videollamadas, pero peor es cuando tenemos pérdida de paquetes o packet loss (con frecuencia abreviado simplemente a loss). La pérdida de paquetes es un porcentaje que indica cuántos paquetes de datos no han vuelto.
Cuando se envía un paquete con datos y no vuelve a tiempo, se considera perdido. En juegos, si tienes cierto porcentaje de pérdida de paquetes el lag será importante y verás que el movimiento no es suave y tú o los otros jugadores parecen teleportarse de un lugar a otro, los disparos no siempre salen y otros desagradables efectos secundarios.
Para medir la pérdida de paquetes, lo puedes hacer con el mismo comando PING
, que te indicará el porcentaje de paquetes perdidos. Algunos juegos online te muestran también el porcentaje de loss en sus estadísticas de red. La pérdida de paquetes, cuanto menos sea, mejor. A ser posible, del 0%.
Intensidad de la señal
En las redes inalámbricas, hay otro dato que influirá en la calidad de tu conexión: la intensidad de la señal. Si hablamos de una conexión Wi-Fi, hablamos de la velocidad de enlace, en Mbps, y si se trata de una conexión de datos en el móvil, se expresa en dBm (decibelio-milivatio) o ASU (Arbitrary Strength Unit).
En una red Wi-Fi, hay muchos factores que influyen en la intensidad de la señal y la velocidad a la que estás conectado desde tu PC al router y que, si es inferior a la velocidad de tu conexión a Internet, supondrá un cuello de botella. Por ejemplo, de nada te sirve tener una conexión de 1 Gbps si luego estás conectado por Wi-Fi a 100 Mbps. O con un cable de red en una tarjeta que sólo acepta conexiones de 100 Mbps.
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