Seguro que en alguna ocasión habéis tenido que cambiar de operadora de Banda Ancha fija para conseguir una mejor oferta, acceder con otra tecnología o simplemente porque os habéis mudado de casa. En la mayoría de las ocasiones este cambio no debería suponer ningún problema para el usuario, aunque siguen existiendo casos en los que el proceso puede resultar un suplicio para los clientes.
Según los últimos datos publicados hoy por la CMT en su tercera Nota Ocasional dedicada a los “Cambios de operador de los servicios de comunicaciones electrónicas”, hasta un 20% de los hogares en los que se solicitó la portabilidad de operadora de Banda Ancha fija, los clientes consideraron que el proceso fue difícil o muy difícil.
Algunos de los problemas más comunes fueron que comenzaron a recibir facturas de su operador nuevo al mismo tiempo que del antiguo, que sufrieron retrasos en el cambio de operador o tuvieron que hacer demasiado papeleo.
Estas cifras de usuarios insatisfechos con el proceso de cambio son bastante más elevadas que en el caso de la Banda Ancha móvil, en donde sólo un 12,5% de los usuarios encontró dificultades importantes a la hora de realizar la portabilidad.
Los motivos de estas diferencias parecen encontrarse principalmente en que muchas veces el cambio de operadora supone un cambio de tecnología de acceso (de ADSL a cable, VDSL o fibra por ejemplo), necesitando la asistencia de técnicos al hogar del cliente y el envío de nuevos equipos, lo que retrasa el proceso.
Vía | CMT
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