Si hay una conexión que utilizamos prácticamente cada segundo, y desde todos nuestros dispositivos, ese es el WiFi. Con la posibilidad de compartirlo entre móviles, y de repartir la señal de una mejor manera por nuestro hogar, es necesario para conectarnos a Internet.
Sin embargo, si tu red WiFi no cumple algunos apartados, podría estar expuesta ante intrusos que quieran aprovecharse de tu conectividad. Por ello, será mejor que pongamos en práctica unos sencillos puntos que te contamos en este artículo.
Utiliza métodos de autenticación efectivos y modernos
La contraseña que asignamos a la conexión WiFi de nuestro router depende directamente de dos elementos. En este apartado hablamos de los métodos de autenticación. Quizá no te suene este nombre pero sí las siglas WPA o WEP. Pero antes que nada, cabe mencionar que debemos entrar en la configuración del router para realizar los ajustes pertinentes.
Actualmente, los métodos más seguros son los WPA2-PSK y su iteración WPA3-PSK. Es recomendable usar el más avanzado aunque por cuestiones de compatibilidad, algunos routers guardan un modo mixto que permite a dispositivos antiguos conectarse usando la autenticación WPA2.
Por regla general, encontrarás este ajuste en el apartado "WLAN" o "Wi-Fi" de tu router. También puede venir con el nombre de "red inalámbrica", y una vez lo hemos localizado, necesitamos alcanzar el apartado de seguridad WiFi.
De igual manera, los algoritmos de encriptación tienen algo que decir
El segundo elemento de esta ecuación se refiere al algoritmo de encriptación WPA. Una vez seleccionamos este método de autenticación, la clave se encripta mediante algoritmos que mejoran su seguridad.
TKIP o AES son los más comunes, siendo este último el más recomendable. AES es un algoritmo de cifrado totalmente independiente. Es muy superior a cualquier seguridad ofrecida por TKIP. Se trata de un algoritmo de cifrado por bloques de 128, 192 o 256 bits que no presenta ninguna de las vulnerabilidades de TKIP. Por tanto, no nos queda ninguna duda.
Lo más sencillo: oculta tu red WiFi
Otro método para proteger tu red WiFi es ocultarla. ¿Sabías que nuestro router tiene una opción para que al escanear redes no puedan encontrarla? Es tan fácil como desmarcar una casilla que venga etiquetada con el texto "Hide SSID". El SSID se refiere al nombre público que recibe una conexión inalámbrica, por lo que ocultarlo mejorará la seguridad.
Eso sí, si conocieran el nombre de tu red, podrían atacarla sin problema alguno pues aunque está escondida, la conexión sigue activa y en perfecto funcionamiento. Sirve más como una capa extra a superar para los posibles ladrones de red.
Crea contraseñas verdaderamente seguras
En la contraseña está la llave para acceder al WiFi, y con la cantidad de datos que transferimos a través de él (cuentas bancarias, mensajes privados, transacciones online, etc) debe ser lo suficientemente segura y robusta como para que no sea fácil sacarla por fuerza bruta.
Hay métodos y herramientas para comprobar la seguridad de tu contraseña, pero lo mejor será optar por combinaciones de números, letras y símbolos que no guarden correlación alguna. Así, los hackers lo tendrán más difícil, y sus utilidades menos efectivas. Aquí tienes algunos consejos para elegir una contraseña segura y de paso gestionarla desde el móvil.
Filtra quién entra por DHCP
El método más agresivo y que más atención requiere por nuestra parte es el filtrado de dispositivos. Cuando conectamos un móvil, tablet o cualquier otro equipo, el router le asignará una dirección IP relacionada con su dirección MAC. Estos identificadores serán suficientes para restringir el acceso al resto de dispositivos.
Los routers cuentan con un modo de filtrado, que nos permiten vigilar más de cerca quién se conecta, cómo y de dónde. Normalmente, este método de seguridad puede ser activado en dos posiciones: por lista blanca, o negra.
La lista blanca se refiere a los dispositivos que exclusivamente podrán conectarse al WiFi, el resto no podrán acceder con normalidad. Por el contrario, con una lista negra, lo que hacemos es bloquear el acceso a determinados equipos, que identificaremos y marcaremos en la configuración. Para ello, localiza una función parecida a la de la captura que dejamos arriba, en el apartado de seguridad.
En definitiva, si temes que entren en tu red WiFi y así puedan poner en riesgo tu privacidad y seguridad, sigue estos consejos. No sólo reforzarán la protección ante intrusos, sino que de paso estaremos utilizando las últimas tecnologías en cuestión de seguridad, mejorando el rendimiento.
Imagen de portada | Stable Diffusion XL
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