Desde que AT&T lanzó el órdago de eliminar las tarifas planas de su oferta y se convirtió (mediante la absorción de T-Mobile) en la primera operadora de Estados Unidos poco a poco hemos seguidos escuchando noticias sobre el futuro de la tarifa plana y cómo nos afecta esto. Es difícil saber si el modelo, claramente asentado en España, tiene capacidad para mantenerse en el tiempo.
Entonces es cuando miramos al entorno que anticipa lo que nos llegará a nosotros. Aunque tenemos nuestra particularidades es probable que acabemos siguiendo la estela del resto de Europa en cuanto al control del consumo ilimitado. Si en los países nórdicos y en Reino Unido empiezan a hacerse comunes las opciones con una descarga máxima de datos, el 56% de los estadounidenses ya cuenta con una.
Esta mayoría hace presagiar que la estrategia ha funcionado, aunque todavía nada está garantizado. La New America Foundation and Public Knowledge ha hecho público un informe en el que afirma que “éstas limitaciones no son necesariamente un problema, pero que puede traer la tentación de tener actitudes monopolísticas“, en clara alusión a AT&T.
En realidad no se trata de algo nuevo ya que todo comenzó hace algunos años cuando Comcast puso el techo en 250 GB que, eso si, no han aumentado con el paso del tiempo pese a que el consumo lo ha hecho exponencialmente. Con este panorama se ha pedido a la FCC (Federal Communications Commission) que investigue la situación, aunque esto ha recibido quejas desde las telecos. El problema no es tan grave como en Canadá, donde algunas compañías marcan el máximo de algunas de sus ofertas en 2GB mensuales, algo que podría consumir incluso un teléfono móvil sin demasiadas complicaciones.
Vía | ArsTechnica