Es probable que cada vez que coges un vuelo, te preguntes por qué poco antes de despegar, la tripulación te pide que actives el modo avión de tu móvil y dispositivos electrónicos, e incluso apagues los de mayor tamaño durante el despegue y aterrizaje. No lo cuestionas, lo haces sin dudar, pero ¿qué pasaría si no lo hicieras?
¿Interferirías en el sistema operativo del vuelo? ¿Podrías provocar un accidente? Son preguntas que tienen una respuesta sencilla: No. Y sin embargo, gran parte de las aerolíneas nos obligan a hacerlo. Y tienen una razón de peso para ello.
Lo que dice la norma
Con el paso de los años, poco a poco los organismos se han ido haciendo más permisivos sobre el uso del móvil en el avión. Es el caso de Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) o la Comisión Europea que permitieron volar sin activar el modo avión en 2014.
Otra cosa es lo que digan las aerolíneas, y ahí es donde la cosa se complica ya que son estas las que tienen la última palabra a bordo de la aeronave. Su decisión no suele estar emparejada con la de EASA, por lo que en la mayoría de los casos, aún nos obligan a activarlo en todos los vuelos.
De hecho, para hacerlo realidad, EASA exigía entonces una serie de adaptaciones de las naves, así como una evaluación que garantizara la seguridad área. ¿Qué tenemos a día de hoy? Pues algunas compañías como Virgin Atlantic, British Airways o Emirates ya ofrecen conexión WiFi a sus clientes, mientras que las aerolíneas españolas nos siguen exigiendo que activemos el modo avión cada vez que nos montamos en sus aeronaves.
En 2016 se anunciaba que compañías como Vueling o Iberia integraran la tecnología Gogo para incorporar el WiFi a sus vuelos, pero la realidad es que, a día de hoy, solo Iberia ofrece esta posibilidad en sus vuelos intercontinentales a nueve euros la hora. Mientras, Vueling ha anunciado que sus aeronaves contarán con WiFi a lo largo de 2019.
Accidente a la vista (o no)
¿Y si no lo activamos? Como decíamos antes, activar el modo avión es obligatorio para gran parte de las compañías aéreas, de eso no cabe ninguna duda. Pero puede que más de una vez mientras lo activas, te hayas preguntado si realmente puedes alterar las comunicaciones de la nave y provocar un accidente.
La realidad es que no es así. Tener el teléfono conectado no interfiere ni en los sistemas eléctricos ni en las telecomunicaciones de un avión. En otras palabras, la señal que emite un teléfono móvil encendido y con conexión no interfiere en el sistema operativo de un vuelo hasta el punto de provocar un accidente.
¿Qué pasa si no lo activo?
¿Entonces por qué estamos obligados a activarlo? Básicamente, para facilitar una comunicación clara entre la tripulación del vuelo y los controladores aéreos, que no se vea interferida en ningún momento por la señal de nuestros móviles.
Así lo ha refrendado en los últimos años Patrick Smith, piloto y uno de los expertos en aviación civil más conocidos de todo el mundo, en el blog Ask the pilot, de donde nació el libro Cockpit confidential. Junto a él, es frecuente también ver a pilotos como Nikita Schmidt en la plataforma Quora o hilos de Reddit en los que se incide en la misma idea.
Si se usaran en pleno vuelo, los teléfonos generarían un ruido parecido a un zumbido que pueden llegar a los 8W que percibirían los pilotos y controladores aéreos. Este sonido no es peligroso, pero sí muy molesto, parecido al que se produce al acercar un micrófono a un altavoz. Si escuchar ese sonido es desagradable, imagina el volumen generado si todos los pasajeros del avión decidieran saltarse la norma a la vez.
Por tanto, este sonido no provocaría ningún accidente pero sí complicaría la comunicación entre la tripulación y la torre de control. ¿Lo curioso? Muchas veces son los propios miembros de la tripulación los que se saltan esta norma y llegan incluso a negarlo cuando se les ha preguntado en pleno vuelo, tal y como se recoge en el hilo de Quora del ingeniero Coenraad Loubser.
En el mismo sentido se han manifestado diferentes fabricantes y operadoras que aseguran que el uso de los móviles no afecta a los vuelos comerciales y que el desarrollo de la tecnología hace que esta prohibición sea cosa del pasado. De hecho, para reforzar esa tesis se basan en que al alcanzar altitud, los móviles no pueden establecer conexión ni a través de datos ni de red WiFi, por lo que difícilmente podrían interferir en el desarrollo del vuelo.
Pero, más allá de la seguridad del vuelo en sí, permitir la conexión a internet e incluso las llamadas de voz conllevaría un nuevo problema: la molestia que puede suponer escuchar hablar por el móvil al compañero de vuelo durante todo el viaje. ¿Cuántas veces nos hemos quejado del viajero que habla muy alto en el autobús o el metro? Pues imagina lo mismo pero en un vuelo de varias horas.
Y, sobre todo, recuerda: la mayoría de las compañías aéreas nos siguen obligando a activar el modo avión en los vuelos, así que no te queda otra opción que esperar a tocar tierra para volver al mundo conectado.