Las ondas son ondas y se comportan todo el rato como ondas. Salvo la luz, claro, que va un poco por libre. Uno de esos comportamientos es que las ondas se ralentizan al atravesar materiales, y por eso se propagan con mayor facilidad y potencia en el exterior que en el interior de las viviendas. Por las paredes, y por otras cosas. Pero contraviniendo esos comportamientos, con el WiFi 6E y el futuro WiFi 7 ocurre al contrario.
No se trata de que sean tecnologías súper avanzadas que contradigan las propias leyes de la física, sino que contravienen las leyes europeas. Y por eso el WiFi 6E, en estos momentos, funciona peor en el exterior, sin paredes, que en el interior, con paredes. Y todo tiene que ver con las torres de telefonía y con el espectro radioeléctrico.
El diseño el WiFi 6E perjudica su uso en el "cielo" europeo
Para ponernos en situación, el WiFi 6E emplea la banda de 6GHz del espectro radioeléctrico (de los 5,925GHz a los 7,125GHZ), yendo más allá que el anterior WiFi 5. No es algo que llegue con el WiFi 6E sino que se estrenó con el WiFi 6, por cierto, pero implica que el ancho de banda se amplía al poder utilizar más canales, y esto se extenderá también hacia el futuro. Hacia el WiFi 7 y posteriores.
En el momento en que se comienza a usar un nuevo abanico de frecuencias toca ver con qué podemos interferir, y ocurre que en Europa se interfiere (hay probabilidad de interferencia, no interferencia garantizada) con distintas conexiones actuales. Como la que permite a las torres de telecomunicaciones conectarse entre sí, por ejemplo. Las redes troncales de los operadores usan el espectro que ahora necesita el WiFi 6E, y eso es un problema.
Debido a eso, Europa tomó la decisión de cercenar el espectro radioeléctrico disponible para el WiFi 6E en exteriores, y con ello ha reducido su potencia. En el viejo continente, el WiFi 6E que se utilice en exteriores sólo puede utilizar la parte baja de la banda de 6GHz para emitir, estando la parte superior reservada para las conexiones que ya hemos conectado. Esto redunda en un ancho de banda más limitado y en velocidades más lentas.
En el interior de los hogares, sin embargo, no hay ningún tipo de limitación así que los routers WiFi 6E de nuestras casas llegan con toda la potencia disponible. Eso significa que una red WiFi 6E pública en una plaza, por ejemplo, es menos potente que la WiFi 6E que puedas montar en tu casa, y todo se debe a lo que hemos explicado, a que Europa limita la potencia "bajo el cielo", pero no hace lo mismo "bajo techo".
El Capitán AFC al rescate
Esto se pretende solucionar en parte con la entrada en vigor del sistema AFC que arrancará en Estados Unidos y que probablemente aterrice en unos años en Europa. Este AFC responde a Automated Frecuency Coordination, o coordinación automática de frecuencias. El sistema consiste en la creación de una base de datos centralizada de canales y frecuencias de uso en cada ubicación de cada país.
Una vez construida esta base de datos, los puntos de acceso públicos que ofrezcan WiFi 6E o WiFi 7 sabrán qué canales de los reservados por Europa están libres. Si están libres, podrán emplearlos sin interferir con ningún radioenlace digital existente y, por tanto, podrá aumentar la potencia para mejorar la cobertura y la velocidad de transmisión. Pero mientras eso llega, la WiFi 6E de tu casa será más potente que cualquier otra que se monte en la calle. Europa manda.
Vía | BandaAncha