Las tecnologías de redes móviles 4G apenas llevan unos meses entre nosotros. De hecho, todavía son muchas las regiones en las que la cobertura es escasa y no se espera su llegada hasta dentro de meses o años.
Sin embargo, la tecnología no puede quedarse estancada y los fabricantes, operadoras y grandes empresas del sector ya están esbozando, a fondo, la que será la sucesora de esta Cuarta Generación. Demos la bienvenida a las redes 5G.
En el marco de la 5G@Europe Summit 2014 celebrada hoy por Huawei en Munich, el fabricante asiático en conjunción con los grandes operadores europeos y otras organizaciones del sector han presentado las bases de la nueva tecnología y definido los retos que deberán afrontar de aquí a su implantación. Es decir, se han hecho las presentaciones oficiales de una nueva tecnología que promete llegar a todas partes.
Redes 5G: Lo qué nos traerá la próxima generación de Internet móvil
Con unas inversiones multimillonarias (el fabricante chino se ha comprometido él sólo a invertir más de 400 millones de euros), las nuevas redes 5G quieren estar listas para su despliegue masivo a partir de 2020, aunque no se espera una adopción completa de los estándares y un uso masivo hasta unos 10 años después (2030).
¿Qué novedades nos traerán? Pues muchas, no sólo relacionadas con la velocidad de acceso, sino también con las latencias, el tipo de tecnologías que emplearán y sobre todo con los usos y dispositivos a los que van dirigidas.
A diferencia de lo que estamos acostumbrados a ver con las actuales 3G o 4G, las velocidades de acceso máximas teóricas no serán compartidas por varios usuarios de la misma estación base. 5G quiere ser capaz de ofrecer hasta 10 Gbps a cada terminal móvil.
Claro, que esta tremenda velocidad la alcanzaremos sólo si es necesario, para algún uso concreto, en el resto de casos podremos conectarnos a velocidades inferiores, por ejemplo 1 Gbps, para acceder a otros servicios, e incluso a mucha menos velocidad.
¿Para qué velocidades bajas? Pues pensando en aplicaciones relacionadas con la Internet de las cosas, la de millones de máquinas interconectadas que se comunican entre sí y con el resto de Internet. 5G nace pensando en este ingente número de objetos conectados, que esperan supere los 100.000 millones en los próximos años.
Por supuesto, las redes tendrán que ser mucho más flexibles, adaptables, interoperables y sobre todo escalables, muy escalables. 5G no estará supeditado a un sólo protocolo de red, podrá hacer uso de los que tenga disponible a su alrededor en cada instante (LTE, HSPA, GSM, WiFi y los nuevos protocolos que están por llegar), al igual que sucederá con el espectro inalámbrico.
Y todo ello con latencias prácticamente nulas o inapreciables. Por ejemplo, se habla de menos de 1 ms para aplicaciones de tiempo real y comunicaciones entre vehículos o de un máximo de 10 ms para cambiar entre diferentes tecnologías de acceso, por supuesto sin que el usuario tenga que hacer nada.
Nuevos servicios, retos y desafíos
Como podéis imaginar, 5G no está siendo pensada para navegar un poco por la web y actualizar los mensajes de Facebook, que también, sino para una integración total con la Internet de las cosas, las ciudades inteligentes y los vehículos conectados.
También para la proliferación de las comunicaciones visuales presenciales que nos permitan interactuar a distancia con nuestros interlocutores como si estuviésemos allí mismo. Algo que va mucho más allá de las videollamadas y que implicará a sectores de la domótica y robótica.
Claro que todo esto supondrá nuevos desafíos tecnológicos, políticos y sociales relacionados tanto con la preparación de los países para la liberación del espectro necesario, como con nuevas normativas que deberán adoptar todos esos millones de objetos conectados.
Por no hablar de otros factores como la duración de las baterías de los dispositivos. 5G quiere incrementar la eficiencia energética en las transmisiones reduciendo la energía por bit consumida en un factor de 1.000. Vamos, que podremos estar todo el día conectados sin tener que llevar el cargador del móvil encima.
Como veis, un futuro prometedor al que todavía le quedan, como poco, 6 años para empezar a ser una realidad. Si estáis interesados en el tema, os recomiendo visitar la web que Huawei ha preparado sobre el evento celebrado hoy, en la que tenéis mucha documentación textual, gráfica y audiovisual sobre lo que esperan sea la auténtica revolución de las redes móviles.
A continuación os dejo la conferencia en vídeo por si queréis profundizar más aún (es en inglés y dura más de dos horas).