Ya hemos visto en otras ocasiones cómo diferentes fenómenos de la naturaleza influyen en el buen funcionamiento de nuestras redes de datos, tanto móviles como fijas. Por ejemplo, vimos la influencia de los rayos y tormentas solares, del viento y la lluvia e incluso de las ardillas devoradoras de cable de fibra óptica.
Hoy os quiero hablar de un caso curioso que me he encontrado navegando por la Red. Imaginad que estáis en vuestra casa en Wangaratta, Australia, no tenéis cobertura en el móvil, llamáis a la operadora y os abren una incidencia a ver qué puede ser. En principio no os hacen mucho caso, pero cuando les empiezan a llegar quejas de varias decenas o centenares de clientes en la zona, se darán cuenta de que algo falla en sus estaciones base.
¿Qué es? Pues para averiguarlo lo mejor es enviar a un técnico especializado que analice el problema. Llega a la estación, comprueba las antenas y todo parece ir bien, aunque detecta una interferencia en la banda de 850 MHz, ¿qué la causa?
El técnico comienza una concienzuda investigación buscando la fuente de dicha interferencia y llega hasta un domicilio del vecindario desde el que sale una potente señal que está bloqueando el espectro de comunicaciones móviles.
¿El origen? Pues, si, como habréis deducido por el título de esta entrada la causa era un viejo frigorífico cuyo motor estaba algo defectuoso y mal aislado, con lo que producía dicha interferencia en todo el vecindario australiano.
Electrodomésticos con motor, la causa de muchas caídas de las redes domésticas
¿Insólito? Pues quizá menos de lo que pueda parecer. Aunque tal vez no a niveles de potencia tan elevados como los producidos por la nevera de este ciudadano, la verdad es que muchos de los electrodomésticos antiguos o defectuosos de casa pueden degradar nuestras comunicaciones móviles y fijas.
Por ejemplo, es común que los aparatos con partes móviles como motores influyan en las redes PLC, e incluso puedan crear interferencias en móviles y por supuesto en las redes WiFi. De hecho, he podido comprobar en carne propia cómo al encender una chimenea con un motor de aire caliente bloqueaba el WiFi y producía un corte en la recepción de los canales de TV.
También generaba interferencias en las señales de audio digitales que se enviaban por un cable RCA hasta el receptor A/V, produciendo cortes y parones cada vez que se encendía el sistema de ventilación, con lo que se planteaba el dilema de escuchar música o bien pasar frío.
Y vosotros, ¿que casos similares conocéis?
Vía | HeraldSun En Xataka On | Las 10 causas más extrañas y molestas de rotura de cables de fibra óptica Foto | Mike Keating | Electron
