Fumata blanca. Los rumores que venían corriendo por la red que apuntaban a que Orange y Vodafone podrían llevar a cabo un despliegue conjunto de redes FTTH se han confirmado en una rueda de prensa en la que ambas empresas han dado más detalles del alcance de un acuerdo que podría considerarse histórico.
Orange ya anunció en junio del año pasado que acometería un despliegue de fibra hasta el hogar en solitario que llegaría hasta millón y medio de hogares mientras Vodafone siempre se había mostrado reticente a entrar en un mercado copado por Movistar pero el acuerdo de hoy intentará acabar con ese dominio al llegar a seis millones de hogares.
Cada una de las empresas desplegará su propia red hasta tres millones de hogares garantizándose el acceso mutuo a la red del otro de manera que el FTTH llegará hasta seis millones de hogares de más de 50 ciudades españolas. La mitad de los hogares dispondrán de esta nueva conexión para 2015 mientras que la otra mitad tendrán que esperar hasta 2017.
Ambas empresas acordarán un plan de despliegue de manera que los tendidos horizontales serán complementarios y no se solaparán, algo que no tendría sentido pero que va mucho más allá del acuerdo al que llegaron Jazztel y Movistar anteriormente, el cual solo afectaba a tendidos verticales (los del interior de los edificios) aunque en la presentación de hoy las marcas francesa y británica han dejado la puerta abierta a nuevos socios.
Orange y Vodafone también han querido dejar claro que el acuerdo únicamente afecta al despliegue dejando fuera la instalación y el suministro de los equipos del interior de los hogares de los usuarios. Así mismo también se asegura que cada compañía tendrá su oferta comercial, que no se verá afectada por el acuerdo, compitiendo entre ellas como hacen con el ADSL en estas fechas.
Reclaman mayor regulación
Y como era de esperar los presidentes de ambas compañías han aprovechado la presentación del acuerdo para volver a exigir a los reguladores la plena compartición de las verticales de los edificios para desplegar varias en un mismo edificio. En este sentido ambos operadores dicen haber tratado de alcanzar acuerdos por separado con Movistar sin lograr un resultado positivo.
Las peticiones no se quedan en las verticales ya que también piden una mayor facilidad de acceso a las canalizaciones de Telefónica además de una rápida gestión de los permisos de ayuntamientos y comunidades de vecinos necesarios para cumplir los objetivos marcados en el acuerdo.
Lo que si extraña algo más es la reiteración de la petición de poder acceder a una oferta mayorista del FTTH de Movistar más allá del tope de 30 Mb que se oferta ahora, lo que no permite la replica de actual oferta de 100 Mb que ofrece el ex-monopolio. Extraña por producirse a la vez del anuncio del despliegue que posibilitará proporcionar velocidades que en la oferta mayorista no son accesibles y por ser una petición ya rechazada anteriormente por la CMT, aunque esta se lo podría estar planteando.
A por Movistar
El acuerdo, al que sin duda se le puede poner el calificativo de histórico por unir a dos operadores rivales, llega en un momento en el que prácticamente el 100% de las conexiones FTTH que se contratan en España corresponden a Movistar, dejando un pequeño porcentaje en manos de operadores menores como Adamo o Telecable.
La incorporación de seis millones de posibles clientes permitirá a Orange y Vodafone no solo competir con el ex-monopolio por el segmento de usuarios de conexiones de alta velocidad sino también con las cableras regionales, que ya llevan tiempo ofreciendo conexiones superiores a 50 Mb con redes que combinan la fibra óptica y el cable coaxial que un día se encontrarán con un límite de velocidad que el FTTH podrá superar.
Y con el también se sellará una importante vía de escape para ambos operadores, los clientes que buscan tener con un operador tanto su conexión de Banda Ancha fija como móvil. Muchos de estos se interesan por la oferta de estos operadores pero al comprobar la cobertura de Banda Ancha fija se encuentran con que no disponen de ella o que la velocidad no es suficiente para cumplir sus expectativas.
