Un smartphone es un dispositivo electrónico tan común en nuestras vidas hoy en día que es posible que, a menudo, suframos leves accidentes en los que puedan salir mal parados: se mojan bajo la lluvia, se llenan de suciedad y polvo, dejan de funcionar si caen a una piscina, etc.
Debido a esto, existe una clasificación dedicada, denominada ‘Clasificación IP' (Ingress Protection o protección contra la entrada de líquidos y sólidos, en castellano) que mide el grado de resistencia de un aparato electrónico.
Las clasificaciones IP vienen acompañadas de dos dígitos: el primero determina la resistencia a los objetos sólidos y el polvo, y el segundo a los líquidos, veamos un desglose completo de cada una de ellas.
Resistencia a los objetos sólidos y el polvo
En este caso encontramos seis tipos de resistencia:
- IP 0X: sin protección especial.
- IP 1X: protegido contra los objetos sólidos >50 mm de diámetro.
- IP 2X: protegido contra los objetos sólidos >12,5 mm de diámetro.
- IP 3X: protegido contra los objetos sólidos >2,5 mm de diámetro.
- IP 4X: protegido contra los objetos sólidos >1 mm de diámetro.
- IP 5X: protegido contra el polvo; entrada limitada (sin depósitos dañinos).
- IP 6X: muy resistente al polvo.
Resistencia al agua
A este respecto encontramos ocho tipos de resistencias al agua:
- IP X0: sin protección especial.
- IP X1: protegido contra el agua vertida.
- IP X2: protegido contra el agua vertida cuando está inclinado hasta 15 grados con respecto a su posición normal.
- IP X3: protegido contra el agua rociada.
- IP X4: protegido contra las salpicaduras de agua.
- IP X5: protegido contra el agua en chorros a presión.
- IP X6: protegido contra chorros a alta presión.
- IP X7: protegido contra los efectos de la inmersión.
- IP X8: protegido contra inmersión a cierta profundidad.
Móvil resistente, menos preocupaciones
Algunos terminales cuentan con certificaciones IP55 / IP58, esto significa que el dispositivo está protegido contra el polvo, contra el agua en chorros a presión y contra una inmersión en agua dulce a cierta profundidad.
En casos prácticos esto quiere decir que: podremos usar nuestro móvil mientras nos duchamos, podremos sumergirlo en una piscina hasta 1,5 metros de profundidad y hasta 30 minutos para disfrutar de fotos y vídeos subacuáticos (recordando tapar todas las ranuras y puertos correctamente), y será resistente al polvo, por ejemplo, en una excursión a la montaña.
Una complicación menos en nuestras vidas, ¡a disfrutar!
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