Huawei está enfrentándose últimamente a no pocos bloqueos a las puertas de que el mundo entero comience el despliegue de las nuevas redes 5G. Uno de los mayores responsables de infraestructuras del planeta no podrá entrar en los concursos de Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Reino Unido y otros países, además de que peligra su concurso en otros países como Alemania y Francia.
Es por ello que en Huawei no han tardado en tomar cartas en el asunto, y paralelamente a la exigencia de pruebas a los que les acusan de espionaje y debilidad en sus comunicaciones, Huawei ha dejado sobre la mesa un plan de inversiones. Uno que se desarrollará lo largo de cinco años y que se centrará en mejor la ciberseguridad de sus comunicaciones. Dinero para reforzar su división de instalación de redes.
2.000 millones en ciberseguridad
En una conferencia celebrada en China, a la que asistieron multitud de periodistas de la región, Huawei puso sobre la mesa un plan de inversiones. Uno destinado a mejorar su ciberseguridad de cara al futuro, y también con la clara intención de servir de refuerzo a su intención de seguir concursando a la instalación de redes 5G en todo el planeta. Amén de para tratar de suavizar algunos conflictos actuales como los que mantiene con Australia o Estados Unidos.
La compañía china invertiría hasta 2.000 millones de dólares a lo largo de cinco años en un proyecto de ciberseguridad enfocado a sus instalaciones de telecomunicaciones. Un plan que trataría de salvar una crisis en un momento clave para el 5G, pues estamos a las puertas de la instalación en todo el mundo.
2.000 millones en cinco años, el plan para mejorar la ciberseguridad de Huawei
Asimismo, Huawei aprovechó para criticar las actuales prohibiciones de entrar en concurso de las distintas naciones que las han impuesto. Con un discurso calmado, Huawei ha pedido públicamente que se presenten pruebas antes de llegar al punto de prohibir su actuación en los distintos países.
Bloquear a los competidores de un campo de juego no puede hacerte mejor. Creemos que cualquier inquietud o alegato sobre la seguridad en Huawei debe basarse en evidencia objetiva. Sin evidencia objetiva, no aceptamos y nos oponemos a esas alegaciones
En el mismo sentido se mueve Alemania, país del que hace unos días anunciábamos entraba en juego por el posible peligro de Huawei de perder futuros contratos. Deustche Telekom era una de las operadoras en salir en defensa de Huawei, alegando que los chinos seguían en su listado de proveedores autorizados, aunque la voz de alarma saltaba desde otras operadoras más pequeñas del país, que parecían alinearse con el discurso de Estados Unidos en el sentido de mantener cautela con Huawei, y prohibir su actuación.
El BSI alemán salta al ruedo
A través de Spiegel, reconocido medio alemán, llega también la información de que la propia agencia estatal alemana habría indicado que no hay motivos para extremar las precauciones frente a las instalaciones de Huawei. De hecho, la agencia estatal alemana hace alusión a ZTE y otros instaladores de origen chino, alegando que el temor en torno al espionaje de unos debería extenderse a otros, pero que sin embargo no lo hace. Reforzando así la imagen de Huawei en tierras bávaras.
Alemania, como Huawei, exige pruebas antes de levantar una prohibición a nivel nacional
Cuenta Spiegel que en estas prohibiciones a Huawei hay cada vez más motivos políticos y económicos que de riesgo real. "Cada vez más gobiernos prohíben a los proveedores chinos de equipos de telecomunicaciones de sus redes móviles [...] debido a importantes riesgos de seguridad nacional". En este sentido, la Oficina Federal para la Seguridad de la Información alemana, la BSI, también se alinea con Huawei: "Para decisiones tan serias como una prohibición se necesitan pruebas".
Los movimientos en torno a la transparencia de Huawei se han ido desarrollando en Alemania en los últimos meses. Por ejemplo, la firma china abrió un laboratorio de seguridad en Bonn el pasado mes de noviembre, laboratorio en el que es posible consultar el código fuente de sus productos. Arne Schönbohn, presidente del BSI, declaró entonces que le gustaría que otros fabricantes tomasen la misma senda.
Como vemos, Huawei ya lleva tiempo estrechando lazos con los distintos países, y tal vez Alemania sea clave para cerrar la puerta a la duda en otros territorios europeos. Mientras tanto, con el plan de inversiones de 2.000 millones de dólares como próxima meta, la compañía china sigue diseñando su hoja de ruta para el 5G. Veremos cuál el siguiente movimiento en el tablero de instaladores y países, y si sirve para calmar las aguas o para volver a agitarlas.
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