Estaremos de acuerdo en que todo fabricante de smartphones tiene por objetivo vender más móviles que la competencia. Sin embargo, entre medias también hay mucha competencia. Tal vez hasta más. Es el caso de lo visto en las batallas judiciales entre Huawei y Xiaomi a costa de lo que ambas firmas suponían que eran infracciones de patentes mutuas.
Por suerte, tanto para estos fabricantes como para el resto, la guerra ha terminado al sellarse un nuevo acuerdo internacional entre ambas en lo que a las patentes se refiere.
Antes guerra, ahora paz y, ¿después gloria?
Es pronto para sacar conclusiones, pero parece que estamos ante el fin de los litigios entre dos de las grandes empresas tecnológicas chinas. Y es que hace ya más de dos años que Huawei inició un periplo legal contra Xiaomi tanto en China como en occidente por lo que ellos consideraban infracciones de patentes. Una guerra que se fue cruzando hasta hace sólo unos meses en que, esta vez Xiaomi fue la que demandó a Huawei por motivos similares.
Esta misma semana, tal y como refleja un comunicado emitido por Huawei, ambas compañías han logrado enterrar el hacha de guerra. En palabras de Ran Xu, uno de los directivos de negocios corporativos de Xiaomi, “ambas marcan reconocen y respetan la propiedad intelectual de la otra”. Por la parte de Huawei, su jefe de propiedad intelectual, Alan Fen, afirma que el acuerdo ayudará a la compañía a “mejorar la inversión e investigación de futuras tecnologías de comunicaciones móviles”.
El comunicado conjunto es más bien escueto en lo que a detalles se refiere, pero se presupone algún tipo de acuerdo económico que permita usar determinadas patentes puestas en tela de juicio y que a su vez le reporte un beneficio a la propietaria de la misma. Lo que sí se deja claro es que se trata de un acuerdo internacional, por lo que también nos toca a los ciudadanos europeos.
Como siempre sucede en estos casos, beneficia y perjudica a partes iguales al usuario. De forma directa no dejan al final de ser cuestiones empresariales un tanto lejanas a estos, pero su aplicación a largo plazo se puede ver con dos gafas distintas. Por un lado, positivo en tanto en cuanto podremos encontrar dispositivos de una u otra marca que se nutran de avances realizados por una de ellas. En el lado más pesimista siempre sobrevuela la idea de que este tipo de acuerdos perjudican a la competencia entre ambas.
Sea como fuere, y en lo que a Huawei respecta, debería suponer algo de tranquilidad en un momento en el que se respiran aires de polémica con Europa y Estados Unidos. No obstante, eso ya es harina de otro costal y veremos si de alguna forma, vía patentes de Xiaomi, sirve para afrontar de alguna manera las duras restricciones interpuestas contra la compañía desde el veto de Estados Unidos que comenzó hace ya más de cuatro años.
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Imagen de portada | PxHere | Huawei | Xiaomi
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