Nos estamos hartando de ver curvatura en televisores - en el CES más -, pero también la estamos encontrando en monitores y ordenadores todo en uno, lo raro es que la cosa haya quedado tan parada en dispositivos móviles.
Creo que todavía hay muchas dudas sobre su utilidad real en una pantalla tan pequeña, pero tanto Samsung como LG decidieron que ellos tenían que ser los primeros en demostrar que se podía hacer. Los primeros con Galaxy Round, los segundos con LG G Flex.
Nos tenemos que remontar a 2013 para conocerlos por primera vez, y al modelo de LG incluso tuvimos ocasión de analizarlo. Ahí tenéis el vídeo por si queréis conocerlo mejor:
Volviendo al tema de la noticia, LG parece que no se ha dado por vencida y tendría un segundo modelo Flex preparado para ser presentado, tan pronto como el próximo CES de Las Vegas.
¿Qué se habla sobre él? Pues la web coreana Naver adelanta que será un teléfono muy capaz, de gama alta en cada uno de sus apartados. Lo probaría un Snapdragon 810 de 64 bits o la conectividad LTE-A.
Como hecho más curioso en la filtración, encontramos una pantalla de menor tamaño que el modelo anterior, pasando de 6 pulgadas, a algo por debajo de las 5,5 pulgadas.
Al margen de que sean los teléfonos más deseados de una feria, o de una tienda, la utilidad primera que le vemos a este tipo de avances es la de demostrar el estado de la tecnología de pantallas que tienen los coreanos. Aunque no hablamos de pantallas flexibles, la posibilidad de curvarla es el primer paso que se debe tener bien controlado.
Vía | Naver
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