Continúan las alianzas en el mercado mayorista. Ayer mismo Vodafone anunció un acuerdo de intenciones no vinculante con Telefónica para renovar el acuerdo mayorista que ya mantenían desde 2017. Y hoy es Masorange la que ha seguido su ejemplo.
Según adelanta Expansión, la joint venture resultante de la fusión de Orange y MásMóvil ha cerrado un acuerdo con Telefónica para acceder a 3,5 millones de hogares de Movistar. Como consecuencia, Masorange dejará de invertir para desplegar fibra óptica adicional en España.
Masorange no desplegará más fibra
Imagen: Movistar
Aunque ninguna de la dos partes lo ha hecho público todavía, Telefónica y Masorange cerraron el pasado mes de agosto el acuerdo de compartición de fibra que permitirá a la compañía comandada por Meinrad Spenger a la infraestructura de red de la teleco española.
En concreto, el pre acuerdo contempla el acceso a 3,5 millones de unidades inmobiliarias que cuentan actualmente con cobertura de fibra de Telefónica o de su filial Bluevía. Según adelanta Expansión, Masorange tiene que elegir aún en qué municipios quiere disponer de esas infraestructuras en las nuevas condiciones comerciales.
Tras este acuerdo, Masorange ya no desplegará más fibra óptica propia en España y mantendrá su cobertura actual de algo más de 17 millones de hogares. Aunque Spenger habló en abril de sus planes de desplegar "hasta 6 millones de hogares" adicionales, en julio ya reconoció que no habría despliegues adicionales significativos de fibra óptica.
El acuerdo, siempre según Expansión, establece que Masorange le pagará a Telefónica una cantidad equivalente a alrededor de la mitad de lo que le costó el despliegue, convirtiendo a Masorange en algo similar a un socio co-inversor sobre una parte de la red de la teleco española.
Eso significa que, en lugar de un acuerdo de bit-stream, en el que un operador mayorista alquila red a otras telecos, hablaríamos de un modelo de contrato denominado IRU (Indefeasible Right of Use, Derecho de Uso Irrevocable), que no se pueden anular. Este tipo de contratos se firman a muy largo plazo (entre 20 y 30 años) y obligan al comprador a pagar una parte de los costes operativos y de mantenimiento.
Como consecuencia, el coste del uso de esos 3,5 millones de hogares para Masorange baja notablemente y evita el riesgo de desplegar en zonas en las que podría no ser rentable, Telefónica, por su parte, se asegura el ingreso mayorista de Masorange y blinda otros clientes como Vodafone, Avatel, Adamo, etc. que podría perder si Masorange desplegara fibra en esas zonas.
Vía | Expansión
Imagen de portada | Андрей Баклан (Pixabay)
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