Las grandes adquisiciones entre empresas nunca son veloces, menos aún cuando una de las partes no está del todo de acuerdo con el trato, o urde sus propios planes para elevar la puja final. Tal es el caso de Broadcom y Qualcomm, una pareja de fabricantes chips que llevan ya varios meses en la primera plana de los diarios tecnológicos y económicos por diversas razones. La principal, que los primeros quieren hacerse con los segundos.
A la oferta inicial le sucedieron distintas reacciones, la más potente de las cuales llegó desde un país, China, que se cuestionaba sobre posibles resultados monopolísticos en el sector. Qualcomm, por su parte, se reforzó recientemente con la compra de NxP y firmó un acuerdo con Samsung, para compartir patentes, y con varios fabricantes chinos para asegurar suministro durante otros tres años. Pero en Broadcom no se dan por vencidos y la apuesta subirá en breve, según fuentes de Reuters.
Entre 80 y 82 dólares por acción
Poniéndonos en antecedentes, Broadcom pugna desde hace tiempo para hacerse con Qualcomm, la perla que la compañía quiere poner a su regreso a Estados Unidos, propiciado por la promesa de una sensible reducción de impuestos firmada por el propio Donald Trump. La oferta inicial de Broadcom suponía un montante global de 103.200 millones de dólares, una oferta que supondría la completa absorción de Qualcomm en las estructuras del gigante con sede en Singapur.
Según fuentes de Reuters, Broadcom estaría a punto de incrementar la oferta. Si en la anterior puja se estableció un precio de 70 dólares por cada acción de Qualcomm, 60 dólares a pagar en metálico más otros 10 dólares en acciones de Broadcom, la nueva se colocaría aproximadamente en torno a los 80 u 82 dólares por acción.
La nueva oferta no quedaría ahí. Broadcom también se comprometería a ofrecer una prima de ruptura mayor, el importe a pagar en caso de que la operación fuese frustrada por los informes de los distintos reguladores. Esta nueva prima de ruptura alcanzaría el 4% del acuerdo total de compra. Es decir, 4.800 millones de dólares para Qualcomm si la compra no pudiese completarse.
Desde Broadcom parece bastante convencidos de poder completar la adquisición en un plazo de 12 meses a partir de la firma del acuerdo entre ambas partes, aunque Qualcomm tendría presente que la supervisión de los reguladores requeriría de un plazo superior, llegando hasta los 18 meses, hasta la obtención de todas las aprobaciones.
Resta, por tanto esperar, pues una vez que la nueva oferta esté sobre la mesa será el turno de que Qualcomm decida, junto a sus accionistas, cuál será su siguiente paso. Si finalmente hay compra o no la hay. Un movimiento demasiado importante para tomarlo a la ligera pues hablamos de la que podría ser la mayor compra entre empresas tecnológicas de la historia.
Vía | Reuters
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