El caso de Microsoft y Activision se estudiará en el futuro como una de las operaciones más complejas del sector del entretenimiento. Tras llegar a un acuerdo en 2022, Microsoft comenzó una andadura un tanto difícil: conseguir el aprobado de los organismos regulatorios en diferentes regiones.
Los síes de Europa, y por otro lado de Estados Unidos, auguraban un final feliz para la compañía de Redmond pero la dura CMA de Reino Unido sacudió la transacción, dando un duro revés a Microsoft. Ahora, con las aguas más calmadas y después de pelear hasta el final, el país británico ha levantado el veto, por lo que a la compra no le quedarían más obstáculos.
Fiesta en Microsoft y Xbox con el adiós al veto
Para ganar esta carrera de fondo, Microsoft utilizó a algunos protagonistas del sector como Ubisoft o Nvidia, contestando así al organismo británico que les acusaba de monopolio en el juego en la nube. Con este movimiento, la firma propietaria de Xbox cedía los derechos de Activision a viejas conocidas, pero además ganaba enteros para convencer a la CMA.
Finalmente, el gigante americano ha convencido al organismo de Reino Unido y podrá acometer la compra de una vez por todas. Eso sí, de momento la decisión no es final, pero el comunicado publicado por la CMA muestra un cambio de postura bastante significativo.
En este documento, la autoridad regulatoria explica y muestra claros síntomas que difieren de su anterior posición. Para ellos, "ya se han solucionado sustancialmente las preocupaciones previas", y no por arte de magia, sino por los esfuerzos que hemos citado por parte de Microsoft.
"Microsoft ya ha propuesto soluciones que la CMA ha concluido provisionalmente que deberían abordar estas cuestiones", son otras de las afirmaciones realizadas por la CMA. Y en estas palabras podemos leer entre líneas lo que comentábamos de que no es una decisión definitiva. Sin embargo, quedan pocas de esas "preocupaciones", porque la empresa estadounidense ha luchado contra viento y marea para plantearle al organismo una situación que ellos ven como factible.
La cesión a Ubisoft ha ayudado a disipar las dudas, algo que dejan muy claro: "A diferencia del acuerdo original, Microsoft ya no controlará los derechos de juegos en la nube para el contenido de Activision, por lo que no estaría en condiciones de limitar el acceso al contenido clave de Activision a su propio servicio de juegos en la nube ni de retener esos juegos de sus rivales".
Además, no contentos con esto, desde el país británico también quieren que los juegos no sean exclusivos de Windows, y lleguen finalmente a otras plataformas. Lo evidencian con estas palabras del comunicado: "El acuerdo con Ubisoft también requiere que Microsoft transfiera los juegos de Activision a sistemas operativos distintos de Windows y admita emuladores de juegos cuando se solicite".
Ahora bien, quizá te estés preguntando cuánto más debemos esperar para conocer la decisión. La respuesta es que no demasiado, pues el plazo máximo que tiene la CMA para cerrar la compra acaba el próximo 18 de octubre, en unas semanas. Microsoft está cerca de conseguir el OK en el mercado que más difícil se lo ha puesto, y pronto podrá trabajar con nuevos estudios de videojuegos en su entramado empresarial.
Vía | Xataka
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