Cada día te hablamos de móviles de compañías chinas, surcoreanas, norteamericanas y hasta europeas. Sin embargo, ¿qué pasa con los móviles españoles? ¿Aquí no tenemos industria o interés por desarrollarlos?
Pues la verdad es que sí, hubo una época en la que en el mercado convivieron varios smartphones españoles, pero la llegada de los móviles chinos, decisiones arriesgadas, mala suerte y un exceso de "picaresca", por no decir otra cosa, acabaron con casi toda la industria. A continuación, vamos a ver esa historia de los móviles españoles.
BQ - Del tocar el cielo... al infierno de Vietnam
Hablar de un caso de éxito y tragedia de la industria de los teléfonos móviles españoles es hablar de la madrileña BQ. Antes de Xiaomi o Realme, el móvil de gama media por excelencia era alguno de la familia Aquaris. El BQ Aquaris X era, hablando mal, un ‘peazo’ teléfono para ciertos usuarios, pero antes de ese mítico modelo tuvimos los Aquaris E, libres y con un diseño propio, y los integrantes de la familia Aquaris M.
El servicio técnico tenía buena fama, los móviles contaban con una identidad y en las oficinas, realmente, se trabajaba en un producto español 100% con diseños personalizados y un buen control de calidad (aunque cierta hornada llegó con fallos que afectaron a la reputación de la empresa).
Se estaba intentando jugar en la liga de los mayores, pero sin la posibilidad de acceder a un control de calidad automatizado en un laboratorio para prever parte de esos fallos como el calentamiento de algunos terminales o la falta de cobertura.
Debido al alto volumen de fallos, los Aquaris M tenían la “eme” de “Malditos”, pero poco a poco (con esfuerzo y dinero) se consiguió revertir la situación. Los Aquaris V o la familia X dieron la vuelta a la tortilla, pero la empresa que llegó a tener el 10% de la cuota de mercado se enfrentó no ya a una compañía -Xiaomi-, sino a un modelo.
El Xiaomi Mi A1 fue un monstruo y el primer clavo en el ataúd de una BQ cuya historia terminó en tragedia: en noviembre de 2018, BQ vendió el 51% de su capital a Vingroup, una empresa vietnamita de teléfonos móviles y tras un Vsmart Active 1+ que marcó la expansión internacional de la empresa, llegó la pandemia del COVID-19.
Una grave crisis interna, empleados que se quejaban por pagos no efectuados y el final de una marca icónica no solo de nuestro mercado, sino del panorama de los smartphones.
Airis - Dispositivos a golpe de cupón con el periódico
¿Quién no tuvo unos altavoces o un reproductor MP3 de Airis? La compañía nació en 1998 y fue una de las clásicas que “ofrecía” sus productos con suscripciones en periódicos. Si juntábamos varios cupones y pagábamos cierta cifra, nos llevábamos a casa el dispositivo.
De hecho, analizamos una de esas promociones en su día, pero evidentemente también se podían comprar los productos en tiendas. La historia de los móviles Airis se remonta varios años atrás. En 2005 vimos el Airis T460, un “smartphone” que básicamente era una PDA con teléfono. Bueno, un Pocket PC, para ser exactos. El Airis T482 tenía un diseño más refinado y navegador GPS y poco a poco se sumaron a Android.
Uno de esos modelos es el TM60D, un ‘phablet’, para la época’ de unas enormes seis pulgadas con Android 4.2.2. Los terminales no terminaron de cuajar y aquí el responsable no fue el mercado chino, sino una BQ fortísima.
La web sigue operativa, pero todo está agotado, tiene un diseño con 15 años a sus espaldas y hay enlaces que no llevan a ninguna parte.
Energy Sistem - Tras la aventura con los móviles, volvieron a su especialidad
Energy Sistem es otra de esas míticas marcas españolas de las que, seguramente, también habrás tenido un MP3 o unos auriculares, como mínimo. Con una fuerte presencia en el segmento de la tecnología de consumo (echad un ojo a su variedad de productos, hay de todo), el paso natural era intentar hacerse un hueco en el mercado de los smartphones.
En 2015 tenían ya un catálogo bastante interesante y tiempo más tarde presentaron modelos como el Energy Phone Pro 4G o el Phone Pro 3. Este último llegó con el actual logo del corazón que ostenta la marca, pero como ocurrió con muchos fabricantes en 2017, las ventas no acompañaron, Xiaomi apareció oficialmente en occidente y no era rentable mantener el negocio.
Así, la veterana española dejó de lanzar teléfonos móviles para centrarse en dispositivos de audio. De hecho, hace un par de años analizamos sus Earphones Style 7 True Wireless.
Wolder - Quien mucho muerde, poco aprieta
La de Wolder es la historia de otra compañía que quiso abarcar mucho y no pudo con todo. Tablets de siete pulgadas como la miTab Magic, eReaders como el miBUK Style, libros electrónicos a color como el miBUK Alfa 7.0 y, por supuesto, móviles.
Tenían el Wiam 65 Lite con unos acabados interesantes para la gama media o el Wiam 71+ que parecía un iPhone 4S por detrás y un Galaxy S2 por delante, pero los años 2016/2017 terminaron llevándose por delante a la empresa Cántabra.
Aquí, que sepamos, no hay una historia de fraude como veremos más adelante, simplemente no pudieron cumplir con diferentes acuerdos comerciales y, en mayo de 2017, Wolder anunció el despido de 55 de sus 150 empleados y el cierre de su división de electrónica de consumo.
Siguió adelante con otros productos, pero sus tablets, móviles y lectores electrónicos murieron hace seis años.
MyWigo - Lanzando móviles en su universo de juguetes y licencias
MyWigo es una marca de Cirkuit Planet, una empresa valenciana que vende productos de todo tipo y están especializados en la explotación de licencias (Disney, NBA, etc). Tienen presencia a nivel mundial y, bajo la marca MyWigo, se lanzaron al mercado de los smartphones.
Contaron con varias familias de dispositivos y hasta una plataforma en la nube con soporte remoto, pero la polémica saltó poco después del lanzamiento del MyWigo City 3 debido a acusaciones de publicidad engañosa.
Tras eso, Cirkuit Planet siguió operando (activos en Twitter hasta 2019), pero su web dejó de actualizarse en 2017 y no volvimos a tener un smartphone de la compañía.
Primux - Móviles ultrabaratos que no terminaron de cuajar
Primux no ha muerto, pero desde hace unos años se dedica a otros segmentos del mundo de la tecnología lejos de las tablets y los móviles. Inspirados por el éxito de BQ, la empresa gallega Primux empezó su andadura en el segmento de los móviles en 2012.
Su catálogo de móviles fue modesto, pero teníamos el Evo, el Omega X, el Omega K, el Omega 6 y el Volt. A finales de 2016 analizamos el Primux Kappa P500, un móvil de entrada que, por 69 euros, ofrecía una experiencia Android para quien no necesitara más que teléfono, WatsApp, correo y navegador.
La propuesta no terminó de cuajar y pasó lo que ocurrió con muchas: la tormenta ocasionada por los móviles chinos y el desembarco de Xiaomi provocó que el negocio no prosperara.
Zetta - La rocambolesca historia del 'Bellotagate'
Puede ser la compañía más polémica de la lista. Si has escuchado alguna vez algo sobre “el Apple español”, “el iPhone extremeño” o “el móvil de la bellota mordida”, que sepas que la empresa era Zetta. Agárrate porque vienen curvas, ya que esta es la -resumida- historia del ‘Bellotagate’.
Como puedes intuir, Zetta fue una empresa extremeña que lanzó su primer smartphone en 2014. No fueron demasiado bien las cosas hasta que, a finales de 2016, un artículo en El Español les hizo cobrar fama. Presumían de tener un móvil como el iPhone 7, pero tres veces más barato.
La bellota quiso comerse a la manzana y presumían de diseñar, ensamblar y empaquetar todo en un pueblecito de Extremadura, Zafra, de 16.000 habitantes más o menos. La jugada no les duró mucho y enseguida se vieron envueltos en tres polémicas: una relacionada con el hardware, otra con el software y otra con logos comerciales.
No me voy a extender demasiado porque da para un reportaje aparte y, de hecho, en su día ya hablamos largo y tendido sobre el ‘Bellotagate’, pero básicamente aquí van las polémicas en pocas palabras:
- Como decimos, Zetta presumía de producción propia, pero se descubrió que ponían pegatinas con su logo sobre las de móviles Xiaomi, incluso sobre las cajas de Xiaomi. Traían móviles de la compañía china (que no operaba en España en aquel momento), las renombraba y vendía esos productos más caros.
- Sobre el software, como a los Xiaomi chinos había que instalarles un sistema operativo, utilizaron Cyanogen Mod que sí, podías usarlo perfectamente, pero estaba expresamente prohibido vender móviles con ese sistema. Y bueno, Cyanogen no traía las apps de Google y Zetta las preinstalaba. Es decir, un dos por uno.
- Sobre los logos comerciales, colocaban los logos de JBL o Corning Gorilla Glass en las cajas para dar algo más de “estatus” a sus terminales. Evidentemente, no había tecnología de esas compañías en los móviles Zetta -ni en los Xiaomi de aquella época-.
Hay alguna que otra polémica más, pero aunque Zetta intentó maquillar la realidad diciendo que ellos adaptaban los móviles a las redes de aquí -complicado- o que ofrecían respaldo en forma de garantía, la historia cayó por su propio peso y la fama de la compañía de la bellota mordida duró un suspiro.
En aquellos años había un casi similar, el de Weimei, pero ellos no ocultaron que colaboraban directamente con otra marca para traer los teléfonos a España.
SPC - De crear el teléfono de todos los españoles... a 'tecnologizar' a nuestros mayores
Y, tras un viaje por el desierto y compañías desaparecidas o con polémicas a sus espaldas, llegamos a SPC, una empresa que sigue operando y que se ha especializado en un sector muy concreto: el de los móviles para personas mayores.
SPC tiene sede en Álava y cuenta con treinta años a sus espaldas. De hecho, seguro que en su día tuviste un dispositivo de esta marca: los teléfonos Domo de Telefónica. Poco a poco dieron el salto a otros productos y, ahora, podemos encontrar tablets, dispositivos para el hogar (como ventiladores de techo o básculas) y smartphones.
En el segmento de los móviles, SPC cuenta con la línea Smart, unos móviles de entrada muy baratos con características modestas y una versión bastante limpia de Android, pero los más llamativos son los móviles para personas mayores.
Tienen modelos como los Jasper, Harmony y Fortune que son clásicos, con botones, pero también están los Zeus y Apolo con pantalla táctil. El secreto es que tienen unos iconos enormes para que nuestros mayores encuentren lo que quieren, son cómodos en la mano y tienen un botón de “socorro”, así como botones físicos para responder llamadas, ‘Home’ y volver atrás.
Los precios de los smartphone para mayores parten de los 99,90 euros -en su web- y está claro que han encontrado un nicho interesante (y al que todos perteneceremos en algún momento u otro).
Hay alguna que otra historia más relacionada con el sector de los móviles "fabricados" en España, pero aquí te hemos contado algunas de las más interesantes e importantes para nuestra industria. ¿Tuviste alguno de los teléfonos de los que hemos hablado? Y, concretamente... ¿tuviste algún Zetta?
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