España es uno de los países de la UE con más redes de fibra desplegadas. El grueso de la población cuenta actualmente con varias redes de acceso diferentes en su vivienda, pero hace unos 20 años, Telefónica era la única opción para contratar teléfono fijo, y ONO se convirtió en la primera alternativa con presencia en gran parte del territorio.
Antes de que ONO se convirtiera en lo que fue, en 1992 nacía el germen de todo, Multitel, presidido por Eugenio Galdón, quien antes había dirigido Cadena SER, Grupo PRISA y COPE. En 1997, se hizo con las licencias necesarias para operar en la Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Cádiz y Huelva capital, Cantabria, Albacete y la isla de Mallorca. En 1998 Multitel comenzó a ofrecer sus servicios bajo la marca ONO.
Paralelamente, Auna había conseguido aglutinar las cableras de Madrid, Cataluña, Andalucía, Aragón, Navarra, La Rioja y Canarias. En 2005, ONO compró Auna, y fue entonces cuando se convirtió en la primera gran cablera con presencia en el 85% de la población, seis millones de hogares cableados, y un total de 1.7 millones de clientes.
ONO lideró el mercado durante diez años
ONO, anteriormente conocido como Cableuropa, tuvo dos etapas marcadas. Una inicial de 13 años con presencia limitada, y desde 2005, otra etapa de 9 años con una extendida presencia por todo el territorio, en la que creció hasta cablear 7,2 millones de hogares y consiguió titulares en los que se ensalzaba su elevada penetración de banda ancha, por delante de Telefónica.
En 2005, ONO prestaba servicio a más de tres millones de líneas. Principalmente servicio de Internet y teléfono fijo, pero desde 2002 también prestaba servicio de televisión. La cablera tenía presencia en todas las comunidades autónomas excepto Galicia, Asturias y País Vasco.
En 1998 nacieron las primeras tarifas planas de internet, con velocidad de 64/128/256 Kbps, bajo marcas como Telefónica, NetSpain, Retecal o telecable. En 1999 también llegaría Terra con su ADSL. Y por parte de lo que más tarde sería ONO, Menta y EresMás estrenaron en el año 2000 y 2002 respectivamente sus primeras tarifas planas a internet con velocidades de hasta 512 Kbps.
Volviendo a la etapa de ONO como gran cablera, en 2008 fue cuando la compañía marcó distancias con Telefónica al lanzar conexiones a internet a 50 y 100 Mbps de bajada (y con una cobertura que en 2010 superaba los 5 millones de hogares), velocidades inalcanzables por el ex-monopolio hasta que empezara a desplegar fibra tres años más tarde.
Durante estos tres años, ONO lideró las velocidades más rápidas que se podían contratar en España, pero no fue hasta 2018 cuando Telefónica igualó el número de accesos donde era posible contratar la más alta velocidad. Esto permitió a ONO liderar las ofertas de banda ancha durante diez años, tanto por velocidad como por cobertura.
Tras 16 años de servicio, ONO acabó siendo integrada en Vodafone
En 2007, ONO también comenzó a ofrecer servicio de telefonía móvil gracias a un acuerdo con Movistar, primero bajo la marca ONO io, y después como ONO móvil. En 2011, ONO fortaleció su servicio de televisión gracias a un acuerdo con TiVo, con el que inició las primeras emisiones en alta definición.
Con Telefónica desbocada en su despliegue de fibra, Vodafone fue la más rápida en mover ficha para no quedarse atrás en las ofertas de banda ancha a alta velocidad, y en 2014 adquirió ONO por un total de 7.200 millones de euros.
La compra le aportaba una red trocal de fibra muy extendida y necesaria para dotar de fibra los postes con las antenas 4G de telefonía móvil, una red cableada en la última milla que llegaba a 7,2 millones de UUII, 1,5 millones de líneas de banda ancha, 1,1 millones de líneas móviles y una tecnología de televisión que se había hecho imprescindible entre las marcas premium.
A partir de ese momento, la marca ONO fue diluida poco a poco en Vodafone, hasta desaparecer por completo en 2015.
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