El Brexit está suponiendo un tremendo problema a todos los niveles, tanto políticos como económicos y sociales, pero uno de los más importantes es que la libra, la moneda local que ha convivido tantos años con el euro, ha perdido fuerza con respecto a otras monedas. Y como cada vez que ocurre algo así, los primeros beneficiados son los exportadores que pueden colocar sus productos de forma más económica, se vuelven más competitivos.
Pero no siempre hablamos de exportar en lo relativo a la compra de teléfonos móviles. Londres es un lugar relativamente accesible en lo que a viajes en avión y alojamientos se refiere cuando hablamos de España. Ir y volver en el día tampoco es algo descabellado y cuando estamos planteándonos comprar un teléfono muy costoso, tal vez la bajada de la libra nos beneficie y haga viable viajar para comprar y luego volvernos. Pero, ¿es realmente viable en estos momentos?
Hubo un tiempo en que Gran Bretaña nos vino mejor, ahora toca Estados Unidos
En lugar de viajar a Londres, viajemos al pasado. Concretamente al día 26 de diciembre de 2016, la fecha elegida por Apple para llevar los primeros iPhone 6s a Gran Bretaña. Los últimos modelos de Apple sin modo retrato aterrizaban en las islas con un precio de partida de 569 libras para el modelo con 16GB de almacenamiento. El modelo Plus costaba 619 libras.
Haciendo un sencillo cálculo, con la libra por aquel entonces a 1,35 euros, viajar a Gran Bretaña para comprar cualquiera de los dos iPhone nos habría costado 768 euros para el modelo normal y 835 euros para el modelo Plus. Si tenemos en cuenta que dos semanas más tarde los teléfonos aterrizaron oficialmente en España a 749 y 859 euros, el camino jugaba en nuestra contra.
El pasado año, con los iPhone 7 recién salidos del horno y con la libra a sólo 1,10 euros, viajar a Londres suponía hacernos con un iPhone 7 por sólo 669 euros (599 libras) mientras que en España nos costaba 769 euros. Al fin algo de ahorro con la compra, aunque por supuesto en ella habría que incluir el viaje en avión o en coche, dependiendo de en qué región de Europa nos encontrásemos. O que, simplemente, estuviésemos allí residiendo o de turismo. La única desventaja, tener que comprar un cargador europeo a la vuelta.
Como podéis ver en el gráfico sobre estas líneas, este año hemos hecho la misma comparativa pero no sólo con los iPhone sino con casi todas las gamas altas de este mismo año, las más relevantes de cada fabricante. Y no sólo con Gran Bretaña sino también con Estados Unidos, pues en ocasiones el dólar nos beneficia a la hora de comprar a distancia en tierras norteamericanas.
El cambio con Gran Bretaña, con la libra a 1,13 euros, no nos es demasiado favorable en esta ocasión mientras que los dólares sí juegan de nuestro lado, con un precio de 0,84 euros. Basta echar un vistazo al iPhone X, por ejemplo, que siendo el más caro del listado nos permite ahorrar algo más de 300 euros si decidimos comprarlo en Estados Unidos. O los 220 euros que ahorramos en el Galaxy Note 8.
Hay que tener en cuenta que hablamos de precios de lanzamiento, precios oficiales que salvo el caso de Apple van bajando con el paso del tiempo. Y que tampoco tenemos en cuenta ofertas puntuales, que en Estados Unidos suelen producirse por la elevada competencia en cuanto a distribuidores. Así que ya sabéis, si queréis traeros un teléfono del extranjero, es el momento de apuntar a Estados Unidos y no a Inglaterra. Eso sí, muchos precios en Estados Unidos juegan a no mostrar los impuestos hasta que vamos a efectuar la compra, ojo con eso.
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