A pesar de que su muerte ha sido anunciada repetidamente durante la última década, los SMS siguen resistiendo en un ecosistema tecnológico que parece estar cada vez más en su contra.
Las aplicaciones de mensajería instantánea, las redes sociales, y el desarrollo de nuevas tecnologías más avanzadas y seguras como RCS han erosionado su popularidad. Por otro lado, los operadores españoles, lejos de promocionar su uso y regalarlos como ya hacen con las llamadas, parecen haber dejado de lado su promoción activa o encareciendo su uso.
Sin embargo, los SMS continúan desempeñando un papel crucial en ciertos sectores, demostrando que su adiós, aunque cercano, no es tan rápido como muchos esperaban. Para conocer los motivos, hemos preguntado a los operadores.
El imparable auge de las aplicaciones y su impacto en el uso SMS
Uno de los principales retos que enfrentan los SMS es la omnisciencia de las aplicaciones OTT como WhatsApp, Telegram, iMessage, o Messenger. Estas plataformas ofrecen comunicación instantánea, enriquecida y sin costo directo, utilizando las redes de datos de los usuarios, lo que ha relegado a los SMS a un segundo plano en términos de comunicación personal.
Las aplicaciones de mensajería han conquistado los corazones de miles de millones de usuarios al ofrecer funciones que los SMS nunca pudieron proporcionar: la capacidad de enviar gratis fotos, videos, audios, stickers, hacer videollamadas, siempre que haya conexión a internet. El cifrado de extremo a extremo también ha hecho que estas plataformas sean más atractivas en cuanto a la seguridad de las comunicaciones.
A medida que el uso de internet móvil se ha expandido por todo el mundo, los SMS han perdido su estatus de herramienta esencial de comunicación. Hoy en día, es raro encontrar a alguien que prefiera los SMS a estas aplicaciones. Sin embargo, hay algo que las aplicaciones no han logrado eliminar: la simplicidad y universalidad del SMS.
El uso de mensajes SMS entre particulares sigue aumentando ligeramente con el paso de los años, tal y como se aprecia en la gráfica con datos de la CNMC:
RCS: la promesa incumplida del sucesor del SMS
RCS fue presentado como el heredero natural del SMS, una evolución que agregaría características multimedia, recibos de lectura y mensajería grupal a los tradicionales mensajes de texto.
Pero la falta de adopción global es uno de los principales obstáculos del RCS, porque es necesario las operadoras implementen el servicio. Además, su lanzamiento se ha visto eclipsado por la preferencia ya establecida hacia aplicaciones más robustas como WhatsApp o iMessage, que ya ofrecían muchas de las funciones que el RCS pretendía introducir.
Además, la resistencia de Apple a adoptar RCS dentro de su ecosistema de iMessage también ha sido un factor determinante. Los usuarios de Android pueden tener acceso a RCS, pero hasta ahora no habían podido intercambiar estos mensajes enriquecidos con usuarios de iPhone, lo que limitaba su utilidad como un estándar de mensajería universal.
Los SMS en el ámbito empresarial: ¿el último bastión?
Pese a todos estos avances, los SMS siguen siendo una herramienta necesaria en ciertos sectores. Su relevancia en el ámbito empresarial y las comunicaciones críticas sigue siendo significativa. Muchas empresas confían en los SMS para enviar notificaciones rápidas, como recordatorios de citas, actualizaciones de vuelos, confirmaciones de entregas y, especialmente, para la autenticación de dos factores (2FA), una capa clave de seguridad que sigue utilizándose ampliamente a través de mensajes de texto.
Aunque algunos expertos en seguridad cuestionan la efectividad del SMS en la autenticación debido a vulnerabilidades como el SIM swapping, el hecho de que los SMS no dependan de una conexión a internet los convierte en una opción confiable en situaciones donde la conectividad puede ser limitada o en entornos con baja penetración de datos móviles.
Así que como era de esperar, la evolución del tráfico de SMS generado por empresas es mucho mayor que la generada entre particulares, tal y como se detalla en la gráfica con datos de la CNMC.
El papel de los operadores: entre la indiferencia y el abandono
Uno de los factores que más ha contribuido al declive de los SMS es el cambio en las prioridades de los operadores de telecomunicaciones. Durante años, los SMS fueron una fuente significativa de ingresos, especialmente cuando cada mensaje enviado se cobraba individualmente. Sin embargo, con el crecimiento de las redes de datos, muchos operadores han centrado sus esfuerzos en ofrecer planes de datos ilimitados o con grandes volúmenes de tráfico, relegando los SMS a otro plano.
Lejos de promocionar su uso, como sí ocurrió con la llegada de las llamadas ilimitadas, hoy quedan pocos operadores que regalen SMS en sus tarifas. De hecho, las marcas del grupo Masorange llevan tiempo incrementando su precio. Enviar un mensaje de sólo texto de hasta 160 caracteres cuesta hasta 50 céntimos en MásMóvil y Yoigo, o los 25 céntimos en Orange o Jazztel.
¿Uso particular de SMS en aumento?
Que el uso de los SMS generados desde empresas o la administración estén en aumento era de esperar, pero los datos de la CNMC señalan que el uso entre particulares también sigue creciendo. ¿Quién usa hoy en día los caros SMS?
Todos aquellos que usan un teléfono básico o sin conexión a internet, el SMS sigue siendo una vía de comunicación plenamente funcional, pero también lo es para quienes tienen smartphone, y con determinadas personas se comunican a través de SMS. Aunque esto no parece suficiente para que el uso esté acelerándose.
A pesar de los datos mostrados por la CNMC, fuentes de diferentes operadores nos indican que sus métricas internas señalan que el uso de SMS entre particulares (P2P) sigue bajando, mientras los SMS desde aplicaciones (A2P) han aumentado y compensado la caída de los particulares.
Según las mismas fuentes, el motivo más probable es que la CNMC no esté catalogando correctamente los SMS en casos de SPAM.
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