A Steve Ballmer le gusta hablar de cifras cuando le conviene, por ejemplo ayer, que sacó a relucir los 350 millones de ordenadores con su sistema operativo, por los 20 millones de la competencia, que ya sabemos quién es. Sin embargo, en cuestión de móviles no suele sacar mucho la cabeza.
Esta semana ha sido un poco más sincero con los datos y para acompañar las buenas cifras de Windows 7, ha comentado que Windows Phone 7 no se está vendiendo como a ellos les gustaría. Su cuota de mercado se puede considerar como muy pequeña en el primer año de vida.
Supongo que son unas palabras que no gustarán a los fabricantes implicados, pero Ballmer se mostró muy optimista, con unas expectativas muy altas que son refrendadas por estudios de las principales consultoras de tecnología.
El año que viene será realmente importante para Windows Phone 7, pero a finales de 2011 ya empezaremos a notar el empuje de Microsoft y Nokia en la plataforma. Otra cuestión será el tiempo que puede tomar acercarse a Android, con más de medio millón de activaciones diarias, o iOS, claramente la plataforma más apoyada por los desarrolladores.
Mango traerá montones de aplicaciones que necesitaban de la actualización, y además de que el progreso de la tienda de aplicaciones es importante, Microsoft sigue reclutando a muchos desarrolladores a la causa. Nokia traerá servicios y aplicaciones de desarrollo propio, de los que se beneficiarán el resto de fabricantes.
Vía | Computer World
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