Si por algo recordaremos 2019 es por la llegada de los primeros móviles plegables y por el 5G. La nueva red todavía no está completamente operativa y, de hecho, tendremos que esperar todavía un poquito más, quizá un año o dos, para que sea una realidad y empiece a formar parte de nuestras vidas. En pocas palabras, al 5G todavía le queda camino por delante, pero Donald Trump lo quiere ya, y no solo el 5G, sino también el 6G.
En una serie de tweets publicados hace escasas horas, Donald Trump ha dicho que quiere "5G, e incluso 6G, en los Estados Unidos lo antes posible". El motivo, dice, es que "es mucho más potente, más rápido y más inteligente que el estándar actual", por lo que las compañías americanas "deben intensificar sus esfuerzos, o se quedarán atrás". Sin embargo, hay un pequeño problema y es que los expertos sitúan la llegada de esta red en torno al año 2030, por lo que parece que a Trump le queda una larga década de espera.
"No hay razón para quedarse rezagados"
I want 5G, and even 6G, technology in the United States as soon as possible. It is far more powerful, faster, and smarter than the current standard. American companies must step up their efforts, or get left behind. There is no reason that we should be lagging behind on.........
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) February 21, 2019
....something that is so obviously the future. I want the United States to win through competition, not by blocking out currently more advanced technologies. We must always be the leader in everything we do, especially when it comes to the very exciting world of technology!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) February 21, 2019
Como respuesta a su primer tweet, Donald Trump ha afirmado que "no hay razones para quedarse rezagados en algo que es, obviamente, el futuro". Es evidente que el 6G sustituirá al 5G, pero para ello es necesario que el 5G pueda sustituirse, algo complicado teniendo en cuenta que, por ahora, solo lo hemos visto desplegado en zonas puntuales y a modo de prueba en un puñado de países. Hace falta una infraestructura y una inversión muy grande para que esta conexión sea viable y, solo en Europa, se estima que alcance entre los 300.000 y 500.000 millones de euros para 2025.
Por otro lado, el Presidente ha dicho que quiere que "los Estados Unidos ganen a través de la competencia, no bloqueando las tecnologías actualmente más avanzadas", algo cuanto menos peculiar teniendo en cuenta la guerra que el gobierno mantiene contra Huawei y ZTE. Para más inri, lo poco que sabemos del 6G viene, precisamente, del Ministerio de Industria y Tecnología de la Información chino, en concreto de su grupo de trabajo sobre el 5G.
En noviembre de 2018, Su Xin, director de dicho grupo, confirmaba que China llevaba trabajando en el 6G desde marzo y que pretenden comenzar su desarrollo a principios de 2020, dilatándose su comercialización hasta el año 2030. Para entonces, Estados Unidos habrá pasado por, como mínimo, tres periodos electorales. Entre las bondades de esta nueva red tendríamos, según Su Xin, "un mayor ancho de banda, baja latencia y conexiones más amplias".
La velocidad de transferencia se multiplicará por diez, lo que significa alcanzar una velocidad de hasta 1 TB por segundo. Eso supone multiplica por mil la velocidad de Google Fiber, que es de 1.000 Mbps. Para ello, no podemos hace otra cosa que esperar. Si al 5G le queda un buen trecho que recorrer, al 6G le queda todavía más.
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