Viajemos al pasado. En febrero de 2014, la misma noche que Facebook cerraba la compra de WhatsApp, Pepephone dio un paso arriesgado. El virtual no fue capaz de arrancar un acuerdo a Vodafone para acceder a su 4G, por lo que decidió cambiar de aires llegando a un acuerdo con Yoigo para usar su cobertura. ¿Problema? Que la cobertura de Yoigo no llega a toda la población, por lo que la colaboración de Movistar era necesaria.
Pronto supimos que Yoigo no tenía cerrado el acuerdo de subarrendación de la red de Movistar para Pepephone y todo acabó como recordamos: Pepephone firmó un nuevo acuerdo directamente con Movistar y virtual y Yoigo se instaron a verse la cara en los tribunales. Y hoy, casi tres años después ya hay sentencia, que condena a ambas a indemnizarse mutuamente. Y lo más curioso es que esas indemnizaciones no irán muy lejos, ya que ambas marcas pertenecen ahora a la misma empresa.
La historia de amor entre Yoigo y Pepephone duró más bien poco. Solo pasó una semana desde que supimos del acuerdo hasta conocer que Movistar no estaba por la labor de colaborar en él, lo que llevó a ambas empresas a unos meses de incertidumbre total. La CNMC no se pronunciaba, todo estaba parado y pasado el verano Pepephone decidió cortar por lo sano, rompiendo el acuerdo (no cumplido) con Yoigo y firmando con Movistar directamente.
Aquello llevó a denuncias cruzadas, que ahora un juez ha estimado. Yoigo tendrá que pagar 7,89 millones de euros a Pepephone por haber incumplido el contrato que firmaron, y a su vez Pepephone pagará una indemnización de siete millones de euros por haber roto el contrato. El resultado por tanto es de 890.000 euros a favor de Pepephone, sin contar los intereses legales, aunque el dinero no cambiará mucho de manos, al estar ambas empresas bajo el paraguas de MásMóvil.
Vía | Expansión
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