Lo llevamos viendo un tiempo en algunos modelos típicamente englobados dentro de las gamas más altas, como los iPhone 5S y 6, los Galaxy S5 y S6 o Note 4, y alguna otra bala perdida. Los lectores de huellas dactilares son una tecnología real y que podemos tocar y manejar, por ahora con un uso bastante limitado pero con una clara perspectiva de terminar siendo una característica clave de los futuros smartphones.
Ahora mismo lo utilizamos para la autentificación en nuestro teléfono, pero desde luego se están abriendo nuevos caminos para que los lectores de huellas terminen haciendo mucho más. Su futuro es tremendamente prometedor, y aunque ahora sean pocos los dispositivos que los tienen disponibles... a no mucho tardar los terminaremos viendo en todos los lados.,
Los lectores de huellas en la actualidad
Con diferentes tecnologías disponibles en el mercado, los lectores de huellas disponibles hoy en día están muy limitados en cuanto a posibilidades en el mercado. Su principal uso es el de autentificarnos dentro del sistema operativo con el simple gesto de posar la yema de nuestro dedo sobre el lector. Sin códigos ni ningún tipo de barrera, simplemente ese gesto.
Es cierto que existen iniciativas que intentan ir un paso más allá, como el Apple Pay ya disponible en una selección de países, aunque desde luego son minoritarias frente a las posibilidades reales y que están en un futuro más próximo.
Todos estos sensores tienen un funcionamiento relativamente sencillo, con la finalidad de ser sencillos de usar, rápidos y seguros. Falta la otra parte de la tecnología: tenemos el hardware y la identificación, pero restan los servicios y funcionalidades asociados para sacarle partido a nuestras huellas. Y ahí es donde está la evolución que esperamos de cara al futuro.
La evolución que esperamos muy pronto
Y no tendremos que tardar mucho tiempo. Prácticamente todos los fabricantes tendrán uno o varios teléfonos con lector de huellas en la próxima generación, en todos esos teléfonos que se presentarán tras el verano y hasta la mitad de 2016. El último ejemplo lo tenemos en el Nexus que prepara Huawei y que se especula incorporará el dichoso lector de huellas. No podemos olvidarnos de otros como OnePlus 2
Buena parte de culpa de todo esto la tiene Android, que no deja de ser el sistema que utiliza una gran mayoría de los teléfonos que se fabrican en el mundo. Ya confirmaron que su nueva versión Android M incorporará soporte para lectores de huellas, de forma que lo lógico es esperar a que muchos de los smartphones que se presentarán durante los próximos meses lo incorporen.
Junto al sistema operativo, la otra parte de culpa está en el pago a través del móvil, y donde el sensor de huellas juega el papel esencial de proporcionar una capa extra de seguridad. Si bien es cierto que ya podemos pagar con el móvil en algunos países y establecimientos, es por ahora un servicio muy minoritario. Sobre esto - y otras cuantas cosas - hablamos, precisamente, en los últimos Premios Xataka, una charla que podéis visualizar en el siguiente vídeo:
El pago en el móvil es esencial para la proliferación de los lectores de huellas dactilares, y por ejemplo Apple lo está haciendo muy bien con Pay. Pero en Cupertino no serán los únicos, y muy pronto Google entrará en el mercado con Android Pay (disponible en Android M) y Samsung hará lo propio con... sí, Samsung Pay.
La gran duda que nos queda es para qué vamos a utilizar los lectores de huellas dactilares. Para autentificarnos en el sistema operativo y evitar tediosas claves o contraseñas, para pagar a través del teléfono en establecimientos públicos o realizar compras en tiendas de apps... ¿y para qué más? En Xataka Respuestas debatimos sobre esto y en general hay mucho escéptico, aunque con algunos aportes ciertamente interesantes pero que por ahora no existen.
Habrá que darle tiempo, por supuesto. Como todas las tecnologías, requiere que no sólo los fabricantes las pongan en sus dispositivos comerciales, sino que también los desarrolladores busquen sus usos y posibilidades, que les saquen partido y se esfuercen en aprovecharlas al máximo. El tiempo dirá si la introducción de los lectores de huellas es algo positivo y valioso, si renueva el mercado de la telefonía o si, por el contrario, se queda en una mera anécdota implementada casi en exclusiva para todo el sistema de pago electrónico.
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