Los teléfonos móviles se están convirtiendo en los últimos años en potentes instrumentos que colaboran en ciertas tareas de diagnóstico y tratamiento de enfermedades, antes solo al alcance de los grandes centros médicos o las consultas de los especialistas.
Hoy os traemos otro avance que va en esta misma línea y que pretende convertir un smartphone convencional en todo un laboratorio capaz de realizar la técnica conocida como SPR (Surface Plasmon Resonance), a través de la cual es posible, utilizando la reflexión de la luz sobre una lámina metálica, conocer la biocomposición de las muestras de líquido que coloquemos sobre ella.
La investigación está siendo desarrollada por el Hanover Centre for Optical Technologies (HOT) junto con la Universidad de Hanover, y la intención es poder aprovechar las capacidades de procesamiento de los móviles actuales, sus cámaras fotográficas cada vez de mejor resolución y los LED que muchos tienen incorporados, para construir un minilaboratorio capaz de hacer pruebas de tipo SPR.
El usuario coloca una muestra de sus fluidos corporales (por ejemplo sangre, orina, saliva o sudor) en un receptáculo y una aplicación en el móvil las analiza y detecta diferentes anomalías (por ejemplo se comenta que sería posible hacer un test de embarazo o monitorizar la diabetes con esta técnica) y además podría recomendar tomar un fármaco, guiar al paciente hasta un hospital o llamar a una ambulancia si el problema es grave.
Por el momento se trata solo de un prototipo, haría falta reducir e integrar mejor el sistema para que fuera más sencillo de manejar, pero la idea de tener un pequeño laboratorio portátil en el móvil me parece apasionante.
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