Una empresa de Alemania vende un pendrive USB que promete mantener sus datos intactos por espacio de 200 años. La magia corre a cargo de la memoria Fe-RAM, un tipo de almacenamiento de acceso aleatorio y no volátil que no pierde los datos cuando se detiene el flujo de energía. Es muy prometedora para los smartphones.
Imagina que quieres guardar un archivo y quieres asegurarte de que te sobreviva. Los soportes digitales de la actualidad pueden perder los datos con el paso de los años, no existen garantías de que, al conectar en un futuro el móvil, una tarjeta SD o un pendrive, éstos mantengan en su interior los datos sin corromper. Aunque siempre hay opciones seguras para mantener intacta la información.
La memoria Fe-RAM mantiene intactos los datos durante siglos
Memoria USB Fe-RAM. Imagen de MachDyne
La memoria ferromagnética de acceso aleatorio, o Fe-RAM, es una variación de la RAM tradicional que todos tenemos en el smartphone. Fabricada con una fina película de material ferroeléctrico, como el titanato de circonato de plomo (PZT), dicha memoria conserva la información sin necesidad de energía (no es volátil) y garantiza una durabilidad de los datos durante más de 200 años si la conservación es adecuada.
MachDyne, un fabricante alemán de componentes informáticos, dispone de un pendrive USB con una garantía contra pérdida de datos de más de 200 años a 35º C (si la conservación alcanza los 55º C la vida útil se reduce hasta los 95 años). La tecnología utilizada es la memoria ferromagnética o Fe-RAM. Tanto las velocidades de escritura como las de lectura son muy altas, aunque tiene un claro inconveniente: la capacidad del dispositivo es de sólo 8 KB.
Éste es uno de los principales escollos a la hora de utilizar la Fe-RAM en los smartphones: su capacidad hoy en día es aún muy limitada. Aunque sólo es cuestión de avanzar en el desarrollo para así mejorar no sólo las capacidades, también el coste: la memoria ferromagnética de acceso aleatorio es notablemente prometedora.
Un móvil con Fe-RAM arrancaría de manera instantánea, ya que podría mantenerse en suspensión sin consumir nada de energía (los datos de arranque permanecerían cargados en la memoria). Además, dado que la Fe-Ram tiene un menor consumo energético, incluir esta memoria en un smartphone alargaría el tiempo entre cargas. Y un último aspecto: existiría un menor riesgo de perder datos guardados en el teléfono, incluso con largos periodos de tiempo sin encenderlo.
Actualmente no existen smartphones con tecnología Fe-RAM, aunque eso puede cambiar en un futuro. Sobre todo con el impulso de empresas como MachDyne: que ya tengamos productos comerciales con esa memoria es el primer paso para popularizarla.
Imagen de portada | Midjourney editada
Más información | MachDyne
Vía | Techspot
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