Con el auge de la inteligencia artificial, no han sido pocos los dispositivos que quieren restarle relevancia al smartphone tal y como lo conocemos. Uno de esos es el Humane AI Pin, un novedoso gadget que se las prometía cuando empezaron los envíos a los primeros usuarios.
Recientemente, conocimos el procesador que equipa en sus diminutas entrañas. Resulta que bajo el capó corre una versión minimizada de Android con un launcher, y su funcionamiento ha dejado bastante que desear. Tanto que, algunas fuentes del sector, afirmaban que la empresa busca comprador. Tampoco ayudó que su estuche de carga pudiera salir ardiendo, y ahora llega otro duro revés: el ritmo de devoluciones supera al de ventas.
"No quiero mi AI Pin"
La historia del Humane AI Pin no es demasiado extendida, ni falta que hace para que, poco después de que llegara al mercado, los usuarios devolviesen sus unidades. Según leemos en The Verge, entre los meses de mayo y agosto, se hayan devuelto más AI Pin de los que se han comprado.
Los datos internos de ventas a los que ha tenido acceso el medio así lo dictaminan. En junio, simplemente, se habían devuelto 8.000 unidades. A día de hoy, son 7.000 unidades las que siguen en manos de clientes. Las feroces críticas han hecho mucho daño a este dispositivo, que parece no ofrecer nada diferencial, al contrario de lo que pudiese parecer en un principio.
No van las cosas bien en Humane. De hecho, The Information apuntaba la semana pasada que están en negociaciones con inversores para aumentar la deuda. Las ganancias del AI Pin ascienden a los 9 millones de dólares, no obstante, se cancelaron 1.000 compras antes del envío, y se devolvieron productos con un valor de más de un millón de dólares.
Recordemos que Humane recibió más de 200 millones de dólares de inversores de la propia Silicon Valley como Sam Altman. Las comparaciones son odiosas, sobre todo en este caso: se han enviado alrededor de 10.000 AI Pin, Humane esperaba llegar a los 100.000 en el primer año.
Por su parte, Zoz Cuccias, portavoz de la empresa, ha comentado que hay inexactitudes en los informes de The Verge. El medio preguntó al empleado de Humane y recibió una negativa sobre dar detalles de datos financieros.
Sea como sea, la firma no lo tiene nada fácil con estas devoluciones, algo peor que perder el dinero ingresado: cada AI Pin se convierte en basura electrónica, pues no es posible restaurar el dispositivo para que un nuevo usuario lo utilice. Debido a una limitación con T-Mobile, Humane no puede reasignar un AI Pin. Al parecer, la empresa no se habría desecho de las devoluciones, no en vano, "todavía tienen esperanzas de que puedan resolver este problema eventualmente".
Además de estos problemas, algunos trabajadores en roles importantes han abandonado Humane. Y no son los únicos que han salido: en enero, despidieron al 4% de la plantilla como medida de reducción de gastos, antes del lanzamiento del citado dispositivo.
No pinta bien el futuro de la empresa con sede en San Francisco. Aunque para apaciguar la situación, Bethany Bongiorno, confundadora y directora ejecutiva, comentó durante el lanzamiento que ninguna primera generación es perfecta, ni tampoco "la visión completa". No sabemos siquiera si veremos un hipotético AI Pin 2 después de lo sucedido.
Vía | The Verge
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