Si hay una ciudad tecnológica en China, esa es Shenzhen. Y si hay un área donde se concentra, esa es Huaqiangbei. Pero esa especie de Silicon Valley chino también alberga un mercado homónimo de lo más variopinto y que merece la pena visitar si te gusta la tecnología, las gangas y estás en disposición de encontrar auténtica fantasía. Entre tiendas oficiales vas a encontrar otras tantas que pueden pasar como auténticas a simple vista, pero que no lo son. Lo mismo sucede con los dispositivos que en ellas venden: agudiza tu atención porque el mayor encanto del mercado electrónico de Shenzhen es que nada es lo que parece.
Falsificaciones en tiendas. Falsificaciones de tiendas
Una avenida grande repleta de comercios a los dos lados. Nada más entrar te ves rodeada por tiendas tecnológicas, pero más al fondo también hay tiendas de moda de marcas top con precios que van a sorprenderte (para bien y para mal). Así, codo con codo te encuentras tiendas oficiales como la de Huawei (la primera que abrió), Dell, Lenovo, HP u OPPO hasta llegar a la esquina, donde te topas con una tienda de Apple. ¿Oficial? Ya tal.
Vaya por delante que de buenas a primeras da el pego, y más si tu visita es de unos pocos minutos: un espacio diáfano y minimalista, tonalidades claras y sus dispositivos dispuestos en mesas para que puedas tocarlos. Toca jugar a descubrir las diferencias: los dispositivos parecen auténticos a simple vista y los precios marcados son próximos a los oficiales. Que en el mostrador haya tantas pantallas e información algo abarrotada me hacen dudar, pero en el escaparate hay algo que da el cantazo: esa especie de logo de Apple, una aberración que haría llorar al mismísimo Jony Ive.
En estos casos descubrir una tienda oficial de una tienda falsa se torna una labor titánica. Que sí, que podrías comprar un iPhone auténtico en una tienda que no sea oficial, pero si ya de buenas a primeras intentan hacerse pasar por un comercio legítimo, cómo no dudar de la autenticidad de lo que allí venden.
Algunos trucos: lo primero es una inspección visual al comercio y a los productos, ya que en algunos casos detalles como ese maravilloso de Apple al estilo graphic design is my passion lo delatan, aunque ya te adelanto que en general todo está bastante logrado. Que solo vendan productos de una marca es buena señal (es algo que normalmente haría una tienda oficial) y luego el precio: si cuesta más o menos lo mismo que en Europa (siendo como Apple, una marca no china sujeta a exportación-importación), inspira cierta confianza. Asimismo, que no estén dispuestos a negociar el PVP también da tranquilidad.
Nota: hay marcas chinas como Xiaomi en las que la diferencia de precio entre sus dispositivos aquí y allí es notable, algo que puede apreciarse simplemente viendo la ficha técnica cuando el producto en cuestión sale a la venta y cuando llega a España.
Aunque hay tiendas con un diseño clásico de fachada y un interior a la moda que bien podríamos encontrar en España, las más jugosas son galerías al estilo de mercados de abastos con pequeños puestos donde en lugar de sardinillas, lo que ves son móviles apilados sin ningún cuidado. Y quien dice móviles, dice absolutamente de todo: baterías, pantallas, carcasas, correas... ese día me arrepentí de no haberme llevado el Apple Watch que se me despegó tras colocarlo encima de una lavadora vieja y vibrante, porque me lo podrían haber reparado en un abrir y cerrar de ojos.
Buscando entre falsificaciones para encontrar chollos descubrí oro
Si te gusta ir al barro, lo suyo es adentrarse por esos pasillos oscuros que combinan mercadillos de comida con tecnología casi al peso. Aquí el esfuerzo por parecer auténtico se difumina y las ganas de negociar crecen exponencialmente. O directamente, hay modelos que puedes reconocer visualmente como de una marca determinada pero no llevan ninguna marca determinada. Es el caso de los AirPods o el secador de pelo de Dyson.
Aunque abundan los modelos de generaciones anteriores, puedes encontrar los actuales buques insignia y echar tus cuentas. Tú no hablas chino y la gente con la que te encuentras no habla inglés, así que toca un intercambio de cifras calculadora mediante y un regateo que puede llegar al 30%. Tengo que decir que en un rápido paseo encontré auténticas gangas en forma de iPhone 14 rebajadísimo que a priori parecía original. ¿Auténtico? Yo diría que sí, pero no pondría la mano en el fuego.
Iba por esos laberintos de Huaqiangbei abierta a descubrir algo que me hiciera abrir la cartera sin pensármelo dos veces y el candidato perfecto era un futurible iPhone plegable o algún modelo que todavía no haya salido al mercado pero del que ya se conozcan algunas filtraciones, como el iPhone SE 4.
Lo que me encontré fue pura fantasía: lo que parecía un iPhone 15 Pro con ese color titanio natural tan de moda... pero de 64GB. Tuve que sacar Google Lens para leer lo que decía la etiqueta y encenderlo para ver sus notables bordes y confirmarlo: era un vetusto iPhone XR. ¿Su precio? 1.400 yuanes negociables (algo menos de 200 euros).
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