Las notificaciones push son un chivato perfecto de nuestra agenda

Las notificaciones push son un chivato perfecto de nuestra agenda
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Dicen que el historial de nuestro navegador es quien mejor nos conoce y el que más pistas da sobre nosotros, pero teniendo en cuenta el rato que dedicamos a usar el móvil éste tampoco se queda corto en pistas. Algo así es lo que ha querido demostrar Andrew Chen con la ayuda de la información recogida por la plataforma de marketing para el desarrollo de apps Leanplum sobre las notificaciones recibidas y enviadas a lo largo del día.

¿Te imaginas ver representadas tus notificaciones en un vídeo según en qué momento del día te encuentras? Esto será más o menos curioso según cómo las tengamos configuradas y de qué servicios, pero lo que sí está claro es que si hablamos de un tope de hasta 671 millones de notificaciones push el resultado será algo más espectacular y sobre todo algo más general.

Ni dormidos paramos

Como suele ocurrir con estos estudios a gran escala, se trata de nuevo de otro trabajo estadounidense y, por lo tanto, de una base de datos de uso de ciudadanos de este país. Teniendo en cuenta la curva de uso que dibujan las notificaciones push entrantes y salientes a lo largo del día, vemos que a partir de las 17:00 el número de éstas se intensifica notablemente, habiendo crecido desde aproximadamente las 11:00. Un momento que coincide con el fin de la jornada laboral y de "desconexión" relativa (del trabajo, pero no de la red).

Gráfico de número de notificaciones enviadas y abiertas

Además de lo que cabe imaginar por nuestro horario, hay algunos aspectos que ya pueden observarse en este gráfico como el hecho de que nos tomamos un rato entre enviar y responder. Un lapso que en el gráfico se ve representado por las subidas y bajadas en paralelo de las notificaciones push enviadas y abiertas y que da una idea de cuándo somos más activos (y que puede ser de interés para los desarrolladores que consultan a Leanplum).

Pero lo más curioso es el vídeo que incluye en el informe, que refleja el flujo de notificaciones durante un día cualquiera en la población norteamericana, dividiendo el diagrama según el tipo de momento del día (es decir, trabajo, descanso, deportes, de compras, etc.). Una animación realizada por Flowing Data a partir de los datos de la Oficina de Estadísticas de Estados Unidos, basándose en el uso de 1.000 personas durante 2014.

A las 11:30 de la mañana

Las notificaciones no cesan ni durante las horas generaes de sueño

Vemos que, como en el caso anterior, hay aspectos previsibles como el hecho de que durante las horas de la jornada laboral las categorías de "trabajo" y "educación" sean bastante activas, así como las paradas para comer y cenar y su respectiva categoría, o el hecho de que la de "ocio" tenga su máximo apogeo tras la cena (más o menos coincidiendo con el pico que veíamos en las notificaciones enviadas en la primera gráfica). Llama la atención el hecho de que la categoría "trabajo" esté en constante actividad (incluso a horas de madrugada) y que la de "dormir" se mantenga variable durante todo el tiempo con un pico de tráfico hacia las 4:00.

Durante la madrugada

Cambiando el mando por el móvil

Hace un tiempo hablamos de un estudio realizado por IAB Spain en el que veíamos que los españoles tendíamos a utilizar el smartphone cada vez más horas, con el matiz de que lo hacemos simultáneamente a ver la televisión. En este sentido además el tablet perdía adeptos, siendo la estadística de 8 de cada 10 personas usando el móvil mientras ve la televisión frente a 6 de cada 10 con el tablet.

Usando el smartphone viendo la televisión

¿Qué hacemos con el móvil mientras vemos la televisión? Ya vimos que sobre todo mensajería (un 57% de los usuarios), redes sociales (un 43%) y consultas como el correo, el tiempo o las noticias noticias en general. Los juegos también se hallaban entre las opciones (en un porcentaje bastante menor, en el 9% de los casos), algo que cabe imaginar debido a que resultan otra alternativa válida para perder de vista la publicidad.

Esto también se refleja en los datos de Chen y Leanplum, o al menos es lo que cabe imaginar en ese auge de la actividad en la recepción y envío de notificaciones del rato entre la cena. Sobre todo repasando datos relativos al consumo de televisión que aportan Flurry y Ofcon, indicando picos también en esta franja horaria.

Nos dejamos invadir

Lo que queda muy claro con estas visualizaciones es que hacemos un buen uso de las notificaciones push, cuyo componente esencial es la instantaneidad. Tanto que ni siquiera en las horas de sueño vemos que haya un parón, y de hecho en la animación por franjas horarias siempre vemos un pequeño porcentaje en el centro ("travel", es decir, enviándose). Algo que tiene cierta relación con lo que comentábamos con respecto al estudio del psicólogo e investigador Kostadin Kushlev sobre el desarrollo de síntomas de trastorno de hiperactividad y déficit de atención relacionado con estas notificaciones.

De hecho, el propio científico hacía alusión a estadísticas actuales que hablan de que un 95% de los usuarios consultan el móvil en sus encuentros sociales y que 1 de cada 10 lo hace mientras practica el sexo. Y vosotros, ¿tenéis un horario de consulta de notificaciones push o lo hacéis en cuanto las recibís? Quizás la animación se base en otro año y en otro país, pero tampoco parece tan distinta del que sería nuestro patrón actual con estas notificaciones.

Vía | Andrew Chen
Imagen | Freepik 1, 2
En Xataka Móvil | ¿Es el uso del móvil un detonante de síntomas de hiperactividad y déficit de atención?

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