Hace años el propósito de los fabricantes de móviles era reducir al máximo posible el tamaño de sus creaciones. Dejamos atrás las antenas extraíbles, las baterías se redujeron en tamaño y peso... Pero entonces llegó la era smartphone y consigo las pantallas táctiles y claro, si casi toda la interacción se hace mediante la pantalla y cada vez consumimos más contenido multimedia es lógico que la tendencia en tamaño se haya revertido, yendo al alza.
Mientras los smartphones con pantallas de más de cinco pulgadas se imponen, todavía hay nichos para móviles de tamaño súper reducido. Los card phone, como el de Orange o incluso los que cuentan con reproductor de MP3 y Bluetooth, pueden ser útiles para ciertas circunstancias, pero al Ministro de Justicia británico no le gustan demasiado. Este tipo de móviles son fáciles de esconder para meterlos en las cárceles y es por ello que ha pedido que se dejen de vender.
Las comunicaciones desde el interior de las cárceles (tanto británicas como de cualquier otro país) están restringidas, pero ello no impide que más de un recluso logre ingeniárselas para conseguir un móvil con el que llamar. El Ministro de Justicia británico ha revelado que en sus cárceles se decomisaron un total de 7.000 tarjetas SIM en el último año. Tarjetas que de nada sirven sin un móvil, pero es que también se incautaron 35 móviles cada día.
Anuncios claramente orientados a presos
Extracto de un anuncio en eBay de un mini-móvil
La cifra de móviles incautados está en parte motivada por móviles especialmente ligeros y pequeños, del tamaño de mecheros, que al ser casi en su totalidad de plástico son difícilmente detectables en cacheos y que pasan sin problemas por el examen al que someten los reclusos con BOSS, un escáner que se empezó a usar en 2007 en las cárceles de Reino Unido.
De hecho, el propio Ministro menciona en su nota que es fácil encontrar en tiendas online como Amazon y eBay esos mini-móviles bajo el nombre 'Beat the BOSS' ('Derrota a BOSS'), una referencia directa al escáner por el que pueden pasar sin problemas. Además el Ministro también ha destacado que estos móviles se pueden comprar por 25 libras, pero que una vez dentro de una cárcel su valor se puede disparar hasta 500 libras, generando deudas y finalmente problemas al comprador.
Obviamente los mini-móviles no se van a dejar de vender, su mal uso en este caso no puede perjudicar a quien le da un buen uso, pero quizás las mencionadas tiendas online sí pueden hacer algo. El alcance de vetar anuncios que contengan ese 'Beat the BOSS' no solucionaría el problema, pero al menos sería señal de colaboración con las autoridades.
Vía | Engadget
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