Mis padres se han hecho mayores y ya les cuesta asimilar ciertos avances tecnológicos. Y es un hecho que, probablemente por mi edad, veo que se repite a menudo en mi entorno. Ellos hoy saben utilizar perfectamente las aplicaciones que les interesan de sus smartphones, pero cuando algo 'no funciona', empieza la ardua tarea de encontrar la solución si no tienes delante su teléfono.
Mis padres siempre han estado abiertos a la tecnología. Grababan vídeos con su tomavistas allá por finales de los 70, a comienzos de los 80 ya había una consola TEMCO en casa, a finales de los 80 llegó nuestro primer ordenador, y en los 90, mi padre tuvo su primer móvil con Moviline. Así que han estado acostumbrados a toda clase de aparatitos, pero la transición del teléfono móvil al smartphone no les ha resultado tan natural.
Ellos estaban acostumbrados a móviles que se manejaban de manera diferente y más complicada, pero es lo que aprendieron y lo que más tienen interiorizado. Menú, flecha, ok, flecha, ok,... y así sucesivamente hasta que encontrabas lo que estabas buscando.
Hoy, en lugar de flecha y ok, pulsamos con el dedo, que es más fácil. Pero las funciones de los teléfonos se han multiplicado y ahora la navegación se realiza más por atajos y barras de notificaciones, mediante gestos táctiles para determinadas funciones, o a través de accesos directos mediante iconos que hay que saber interpretar. Es un cambio que no terminan de asimilar, y un escollo a la hora de intentar solucionar el problema a distancia.
'Yo no he tocado nada'
¡Cómo es posible! ¡Pero si yo no he tocado nada y ahora no me funciona XXX! Y donde digo XXX, me refiero a que no funciona (la app que acaba de mirar), el sonido del móvil, internet, o las llamadas, por poner algunos ejemplos de los más repetidos, aunque reconozco que alguien me ha llegado a sorprender con un "no paran de llamarme" (cuando en realidad era el despertador...).
Y es cierto que ellos no han tocado nada. Al menos de la manera tradicional. No han entrado en ningún sitio para desactivar el WiFi, poner el modo avión, o para ponerlo en silencio. Pero también reconocen que, bloquear el teléfono, tampoco lo hacen habitualmente... El resultado es que siguen tocando el móvil con la pantalla encendida aunque hayan dejado de mirarla. Y pasa lo que pasa... que luego, "el móvil no funciona".
Llegados a este punto, toca descifrar qué significa esta vez "no me funciona el móvil". Si el móvil no se oye, ¿qué es lo que no se oye? ¿la voz durante las llamadas, el tono de llamada, los vídeos o música? ¿vibra pero no suena? Y si no funciona una app o internet, ¿dónde le ocurre? ¿fuera de casa? ¿Puede hacer llamadas? ¿Tiene cobertura? Así me iba haciendo una idea de dónde podía estar el problema.
El siguiente paso era refrescar la memoria de lo que mis padres no habían vuelto a utilizar desde la última vez que el móvil dejó de funcionar. Explicar cómo acceder a la barra de notificaciones, intentarnos aclarar con lo que interpretan ver en los iconos y saber si están activados, para al final acabar mandando fotos desde otro móvil o haciendo videollamadas. Una pequeña odisea que lleva su tiempo y necesita de mucha paciencia por ambas partes.
Al final, lo habitual es que el teléfono volviera a funcionar, pero el tiempo invertido en "arreglarlo" nunca era proporcional a la "gravedad" del problema, así que busqué alternativas y al fin hemos dado con la solución que mejor parece estar funcionando: crear la rutina "Arreglar".
Ahora mis padres arreglan su móvil ellos solos
El asistente del móvil es el nuevo aliado de mis padres para ayudarles a arreglar su móvil. Esta vez sólo han tenido que aprenderse dónde se activa el asistente, decirle "arreglar" y esperar a que termine el proceso.
Para que esto funcione, tan solo tuve que crear previamente la rutina, que en el caso de mis padres, ha sido en el siguiente orden:
- Ajustar los ajustes del teléfono
- Ajustar el volumen del teléfono
- Desactiva el modo No molestar
- Prueba a añadir tus propios comandos
- Desactivar modo avión
- Activar datos móviles
- Activar Wifi
- Activar Bluetooth
- Activar giro automático.
- Parar música
- Comunicar y anunciar/Hacer un anuncio "Enhorabuena, tu móvil ya debería funcionar correctamente"
Aunque el asistente permite crear un enlace a la rutina en el escritorio, preferí acostumbrar a mis padres a hablar directamente con el asistente, evitando el acceso directo, por si al tocar la pantalla táctil sin mirarla, vuelven a mover o eliminar el acceso a la rutina.
De hecho, gracias a "arreglar" el móvil ellos solos, mis padres se han acostumbrado a hablar más con su móvil y a pedirles cosas que para ellos les resultan prácticas, como "encender/apagar linterna" o "leer esta noticia" cuando entran en discover. También estoy probando a crear otras rutinas como "pastilla" que recuerda qué hora deber tomar pastillas concretas.
Imagen portada | Copilot.
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