Cada vez somos más conscientes de los peligros del phishing y sabemos detectar las estafas por SMS o correo electrónico más habituales. A pesar de ello, los estafadores continúan perfeccionando sus técnicas y a veces puede llegar a ser complicado detectar que estamos ante un intento de estafa.
Otra de las vías más aprovechadas por los estafadores son las llamadas telefónicas. El principal problema de las estafas que se realizan por teléfono es que pueden ser más difíciles de detectar al no tener mucho margen para valorar la situación. Los estafadores son capaces incluso de suplantar números de teléfono, algo que puede hacer que bajemos la guardia.
Los estafadores pueden hacerse pasar por nuestro gestor bancario
Hay un tipo de estafa frente a la que conviene extremar las precauciones. Se trata de la estafa del falso gestor, una técnica por la que los estafadores hacen creer a las víctimas que son empleados de su entidad bancaria con el objetivo de ganarse su confianza y conseguir que realicen transferencias bancarias o que faciliten sus credenciales de acceso.
El modus operandi empleado por los estafadores suele ser muy similar: se ponen en contacto fingiendo ser nuestro gestor bancario y nos alertan de un problema con nuestra cuenta bancaria que conviene solucionar a la mayor brevedad. Los estafadores tratan de hacernos creer que estamos ante una situación de urgencia para evitar que tengamos mucho tiempo para reaccionar.
Lo primero que tenemos que hacer en caso de recibir una llamada de este estilo es desconfiar: es importante tener en cuenta que nuestro banco nunca se pondrá en contacto con nosotros para pedirnos nuestras contraseñas, claves o información de nuestra tarjeta de coordenadas.
Uno de los peligros de este tipo de estafas es la suplantación de identidad o id spoofing, ya que los estafadores son capaces de hacer que la llamada parezca proceder del número de la entidad. A principios de este mismo año conocíamos un caso real de una víctima de esta estafa: un cliente de ING perdía sus ahorros después de recibir una llamada de un supuesto empleado de su sucursal.
CaixaBank alertaba recientemente a sus clientes sobre la estafa del falso gestor y recordaba la importancia de cortar la comunicación lo antes posible en caso de recibir una llamada de este estilo. ING también nos recuerda a través de su app que nunca nos llamarán para pedirnos datos de acceso o que realicemos transferencias bancarias a otras cuentas.
Las estafas bancarias pueden ser muy variadas, por lo que debemos prestar especial atención a cualquier comunicación supuestamente procedente de nuestra entidad bancaria. El pasado mes de julio alertábamos acerca de una estafa similar que afectaba a los clientes del Banco Santander. Se trata del fraude de cancelación de préstamos, consistente en hacer creer a la víctima que se ha contratado un préstamo a su nombre.
Tras avisarnos vía SMS o correo electrónico de la concesión de un supuesto préstamo, los estafadores nos dan la opción de cancelarlo introduciendo nuestras credenciales bancarias. Como habrás podido imaginar, al introducir las credenciales estaremos facilitando estos datos a los estafadores. ING también ha alertado acerca de este fraude recientemente.
En caso de recibir una llamada o comunicación vía correo electrónico o SMS sospechosa debemos extremar las precauciones y desconfiar. Nunca debemos facilitar nuestras credenciales, ni siquiera aunque la llamada proceda del número de nuestra sucursal bancaria: debemos cortar la comunicación y ponernos nosotros mismos en contacto con el banco para aclarar la situación.
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