A finales de junio del año pasado entraba en vigor un cambio en la Ley General de Telecomunicaciones para luchar contra el spam telefónico prohibiendo las llamadas comerciales sin consentimiento previo. Este tipo de llamadas han dejado de ser legales, pero la clave del asunto está en el hecho de haber prestado consentimiento previo.
Esto significa que en caso de haber dado autorización a las comunicaciones comerciales (al darnos de alta en algún servicio o al rellenar un formulario de protección de datos), no es ilegal que las empresas nos llamen para ofrecernos sus servicios. A continuación te contamos lo que debes decir (y lo que no) al responder a una posible llamada de spam.
Responder diciendo “sí” puede ser peligroso
Si recibes una llamada telefónica de un número que no conoces y piensas que pueda tratarse de una llamada de spam, es importante no responder diciendo “sí”: la Policía Nacional y el INCIBE se han hecho eco con anterioridad de los riesgos de responder al teléfono de esta forma.
Tal y como la propia Policía Nacional explicaba en un vídeo publicado en X, el motivo es que en caso de tratarse de una estafa telefónica los estafadores podrían grabar nuestra voz y utilizar nuestra respuesta para intentar darnos de alta en diferentes servicios o incluso autorizar transacciones bancarias.
El INCIBE ha facilitado detalles de un caso real en el que una persona recibió una llamada y contestó diciendo “¿sí?”. Nada más contestar comenzó a escuchar una locución que indicaba que se había suscrito con éxito a un servicio premium de Amazon. La llamada se cortó automáticamente unos segundos después.
Según el INCIBE, es muy probable que los estafadores no tengan forma de cobrarnos por el supuesto servicio premium que afirman que hemos contratado al responder la llamada de teléfono: lo que pretenden es generar preocupación para engañarnos posteriormente con otra llamada en la que nos pedirían los datos bancarios para anular la suscripción.
Aun así, el INCIBE aprovechaba la ocasión para recordar la posibilidad de que los estafadores graben nuestra voz e intenten utilizarla para intentar suplantar nuestra identidad a la hora de autorizar transacciones financieras o firmar. Teniendo en cuenta lo anterior, es mejor ser precavidos a la hora de responder una llamada de un número desconocido.
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Pide que te digan de dónde han sacado tu número de teléfono
Ya hemos aclarado que el cambio en la Ley General de Telecomunicaciones únicamente prohíbe las llamadas comerciales a las que no hemos prestado consentimiento previo, por lo que en caso de haberlo hecho no estaríamos ante una práctica ilegal.
Si a pesar de todo sigues recibiendo muchas llamadas comerciales, un consejo bastante efectivo es preguntar a los operadores de dónde han sacado nuestro número de teléfono: la persona al otro lado del teléfono está obligada legalmente a facilitar esta información.
Tal y como comentábamos hace unas semanas, el artículo 11 de la Ley de Protección de Datos (Transparencia e información al afectado) especifica que las empresas deben facilitar información sobre la procedencia de los datos cuando los datos personales no se hayan obtenido a través de la persona que recibe la llamada. Si la empresa que te llama ha obtenido tu número mediante métodos cuestionables será raro que vuelvan a llamarte.
Algo que también conviene tener en cuenta es que la empresa debe haber obtenido nuestro número de teléfono a través de nosotros mismos o a través de alguna forma contemplada legalmente (en muchas ocasiones aceptamos que nuestros datos se compartan con los socios de la empresa). Esto significa que es ilegal llamar a números de forma aleatoria, algo reflejado en la Circular 1/2023 de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).
Di que ya tienes la oferta que te ofrecen
Si no se trata de una estafa telefónica y la empresa ha obtenido tus datos de forma legal no hay mucho que podamos hacer, salvo decir que no nos interesa la oferta que nos ofrecen. Es habitual que los operadores al otro lado del teléfono sigan insistiendo, por lo que muchos optan por decir que ya tienen la oferta que les ofrecen. Para las llamadas en las que nos ofrecen cambiar de compañía de luz o similares, otra alternativa puede ser decir que vivimos de alquiler: en muchos casos no podremos de compañía sin avisar al propietario de la vivienda.
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