Tengo un iPhone 13 Pro por el que pagué su PVP y una bonita funda de aguacates que me costó unos céntimos en una tienda china de internet. Corrijo: como tenía que superar cierta cifra para que el envío me saliera gratis, tengo un montón de fundas chinas baratas. Ambas decisiones fueron independientes y fueron tomadas después de cierta reflexión pero hay quien puede chirriarle: ¿por qué comprar un teléfono tan caro y luego encasquetarle una funda baratera?
Ya he hablado largo y tendido de mi iPhone 13 Pro y por qué lo compré, pero podríamos resumirlo en que mi ecosistema de trabajo es el de Apple, lo uso intensivamente para trabajar y lo cambio cada dos años por una cuestión económica que me permite disfrutar de la última tecnología rentabilizándolo. Por supuesto, también es una cuestión de preferencias y gustos. En cualquier caso y por mi perfil de usuario, si no fuera el iPhone 13 Pro sería otro teléfono de gama alta.
Creo que es obvio que a todo el mundo le gusta lo bueno, pero como pobre que soy, mis recursos económicos son limitados, lo que se traduce en que no puedes tener lo mejor de todo. De hecho, hace poco comenté en este artículo que tenía una smart TV con panel VA de 55 pulgadas y Android TV de TCL que compré durante el confinamiento por menos de 300 euros con esta oferta. Es un televisor de gama de entrada, pero a mi me satisface. ¿Que querría un OLED de 65 pulgadas? Sí, pero mi presupuesto es el que es y mientras que al teléfono le saco partido día a día y lo uso como mi cámara profesional, el televisor me vale para entretenerme un par de horas al día.Así podría explicar también por qué tengo un Volkswagen Polo barato pero tengo un ratón caro. Se entiende que en la vida hay que elegir las batallas y también en qué te gastas el dinero para maximizar su retorno.
Bienvenidos y bienvenidas al fascinante mundo de los accesorios
Mi experiencia con los accesorios tiene claroscuros y de ellos he aprendido que por ejemplo, en el caso de Apple algunos merecen la pena pero otros no. Por supuesto, hablo de lo que me funciona a mí, ni voy ni quiero sentar cátedra.
El aprendizaje más doloroso llegó con el Apple Watch y sus correas. Tengo un Apple Watch (aquí reconozco que es principalmente por capricho) desde hace años. La correa de Hermés siempre me ha gustado, pero está fuera de mi presupuesto y de mi sentido común, así que compré una correa bastante similar, pero muy barata. Aquí no quiero señalar culpables, pero Javier Lacort por un lado y Carlos Santa Engracia por otro me hicieron dar un voto de confianza a esas correas de terceros extremadamente baratas.
Estéticamente mi correa de no-Hermés me gustaba pero pasó lo peor: las hebillas no enganchaban bien del todo, se movieron, se cayó la esfera del reloj completamente de lado y se agrietó la pantalla. Lo barato sale caro, an approach. Mientras que la funda del teléfono lo protege con su propia estructura (también podría protegerse envolviéndose con un papel), una correa tiene la misión de sujetar la caja, lo que supone un plus de funcionalidad. No vale cualquiera. No obstante, las correas del Apple Watch salvo de forma excepcional, en oferta o como idea de regalo, me siguen doliendo en el bolsillo. Así que ahora tengo una correa de cuero de Nomad de calidad que hace el apaño por mucho menos.
Si hablamos de las fundas oficiales de Apple para iPhone, esta es la crónica de un desengaño. En su momento compré una funda de Apple de cuero (también de oferta) y a los pocos meses ya la tenía bastante deteriorada. Luego encontré un equilibrio satisfactorio en marcas como Spigen, que me ofrecían productos de calidad a un precio notablemente inferior a los accesorios de Apple. Luego vi que el TPU, material bastante común para las fundas, estaba presente tanto en marcas premium como en muchas fundas chinas.
Hay quien me llamará cutre. Obviamente no presupongo que ni el diseño, ni los acabados ni la calidad del material de la funda sea igual, pero teniendo en cuenta que el teléfono no se me cae mucho ni lo hace desde grandes alturas, me contentaba con que la funda baratísima encajara bien en los botones del iPhone. Mi funda china lo cumple de sobra. ¿Mi conclusión? A mí no merece la pena comprar fundas de Apple, mi equilibrio inversión retorno se mueve en fundas de Spigen para abajo.
La compra maestra para mí es lo que maximiza la inversión retorno y de momento, mi funda baratísima de aguacates lo cumple.
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