Hace tiempo que la guerra de precios y la deriva hacia el low-cost están marcando el mercado de las teleco en nuestro país. Eso, sumado a las crecientes inversiones que están acometiendo los principales operadores, aseguran ellos, les ha empujado a adoptar diferentes medidas para, por un lado, reducir sus gastos, y por otro, aumentar sus ingresos.
En el caso de Telefónica, dos decisiones de los últimos días ilustran perfectamente ambos caminos: el plan de bajas voluntarias (menos gasto) y la subida de precios de los paquetes Fusión (más ingreso). Pero ojo, que esta subida no afecta a todos los clientes, sino a aquellos que tengan contratada una tarifa "antigua". ¿La solución que muchos se plantean? Pasarse a una de las nuevas, que, además, llevan un móvil de regalo... Eso sí, a cambio de una permanencia.
La permanencia asociada a un regalo
Vamos a entrar en contexto. A principios de año, la llegada de la fibra a 1.000 Mbps trajo consigo la ya tradicional subida anual de Movistar con nuevos precios para sus paquetes convergentes. No contento con ello, en abril, el operador volvió a renovar completamente el porfolio de Fusión con dos cambios importantes: todas las tarifas incluían un smartphone gratis e incrementaban su cuota alrededor de 3 euros al mes.
Esos teléfonos gratis o subvencionados eran una estrategia de captación de clientes que Movistar decidió abandonar en 2012 y que volvió a recuperar, por tanto, el pasado mes de abril. Pero esa iniciativa no llegó sola, sino que el retorno de los teléfonos gratis escondía una invitación a la permanencia, algo que Movistar también había eliminado de sus tarifas tiempo atrás.
Efectivamente, desde abril, las nuevas tarifas Fusión animan a los usuarios a aceptar un móvil por cero euros, pero, para recibirlo, obligan a firmar un contrato de "arrendamiento de un terminal móvil por un periodo de 36 meses"; si te das de baja antes, te toca pagar una "multa". Si rechazas el teléfono, no hay penalización por baja anticipada, por lo que no podemos decir que lleven una permanencia asociada, pero no cabe duda de que empujan al cliente a aceptarla.
En cualquier caso, y a pesar de la "trampa" de la permanencia, las dos subidas de precios que ha llevado a cabo Movistar este año han seguido la estrategia del "más por más": como cliente, pagas más, pero obtienes más a cambio (fibra de mayor velocidad en enero y un móvil de regalo en abril). La subida que tiene previsto realizar en febrero, también ofrece la mejora adicional del dispositivo "gratis", pero si el cliente decide no aceptarlo, estará pagando más por lo mismo.
Más ingresos por cliente y clientes más atados
Aunque Movistar lanzó en abril su nuevo porfolio de paquetes Fusión para nuevas altas, también lo puso a disposición -opcional- de sus clientes de entonces. Éstos podían elegir entre quedarse con su tarifa actual sin ver modificadas sus condiciones (ni el precio) o pasarse a los nuevos planes para disfrutar de un terminal de regalo pagando una cuota mayor y asumiendo su correspondiente permanencia.
Desde entonces, Movistar mantiene dos familias de tarifas Fusión paralelas: las vigentes desde el mes de abril de 2021 (con smartphones "gratis") y las tarifas previas que aún conservan los clientes que no han migrado voluntariamente a las otras. La subida de precios prevista para el nuevo año afectará, a partir del 7 de febrero, a estos últimos, es decir, todos aquellos con cualquiera de las antiguas tarifas Fusión.
En esta ocasión, el "ajuste de precios" (como lo llama Movistar) implicará que las antiguas tarifas Fusión se encarecerán 3 euros mensuales y pasan a costar lo mismo que las nuevas. A cambio, todos sus clientes podrán elegir un smartphone, televisión, consola o tablet por cero euros aceptando así una permanencia de 36 meses.
En abril, la decisión pasaba por pagar menos cada mes o llevarte un teléfono, pero ahora todos los usuarios pagarán más y simplemente tendrán que elegir entre aceptar o no el dispositivo a costa de firmar una permanencia de 36 meses. Si lo rechazan, pagarán 3 euros más por lo mismo que tenían hasta ahora. Así que, claro, ¿quién no quiere un móvil o una tele "de regalo" si de todas formas le van a subir el precio?
Tenemos, por tanto, un doble beneficio para el operador: consigue que todos sus clientes paguen esos 3 euros más de media al mes (36 euros más al año, 108 euros más durante los 3 años que dura la permanencia, que se dice pronto) y, además, que muchos más usuarios se "aten" a Movistar durante 36 meses. Y encima, unifica los precios de su catálogo. Habrá que ver cómo le sale la jugada a Telefónica en términos de portabilidades porque la compañía lleva mucho tiempo encadenando malas cifras en este sentido y no parece que esto vaya a ayudar a revertirlas.
Ver 40 comentarios