Como toda empresa del calibre de Telefónica, la multinacional española no tiene todos sus negocios bajo el mismo techo sino que cuenta con una gran estructura de filiales para subdividirse por áreas de negocio. Ahora, en plena reestructuración de la compañía dentro de un plan de cinco líneas de actualización que sigue en marcha, la compañía se prepara para adquirir DTS.
DTS es una de las filiales de Telefónica en el área de audiovisuales y entretenimiento y la responsable, entre otras cosas, de los servicios de televisión de Movistar+ y Movistar+ Lite. Ahora, con este movimiento de reabsorción, aparentemente de tinte societario, los empleados serán ubicados en las áreas compartidas de la matriz, Telefónica.
Menos peso, más agilidad
Cuenta Cinco Días, y la propia Telefónica nos lo confirma, que este movimiento tiene que ver con la concentración de los distintos negocios de Telefónica bajo un mismo techo, en una misma sociedad. Toda vez que los servicios ofrecidos por DTS (Movistar+) se comercializan de forma conjunta con otros servicios de la compañía como son las tarifas Fusión que incluye también telefónica y conexión a Internet, entre otras cosas.
En cuanto a la redistribución de los puestos de trabajo absorbidos, los perfiles técnicos y comerciales de DTS serán integrados bajo el paraguas de la compañía e integrados en sus respectivas áreas espejo, manteniendo el servicio como hasta ahora pero dependiendo de forma directa de la compañía matriz, la propia Telefónica España.
El proceso es una reestructuración administrativa a nivel societario
La intención de Telefónica parece radicar en una simplificación de procesos financieros, de gestión y presupuestarios al eliminar duplicidades en cuanto a empresas, comprimiendo al mismo tiempo su estructura de filiales. Así se obtendrían sinergias al desaparecer estructuras duplicadas que aligerarían procesos como los cobros, la atención al cliente y otros derivados.
Con esta reducción organizativa, que se prevé tenga efectos a nivel presupuestario, Telefónica debería ser más competitiva a nivel comercial, pudiendo ajustar más los presupuestos de inversión y las tarifas de cara a los clientes. Además, una estructura única permitiría una mayor velocidad de reacción en cuanto a políticas comerciales y de marketing.
Vía | Cinco Días
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