Desde que salieron al mercado los Windows Phones, quedó claro por parte de Microsoft que Zune sería la única forma de poder acceder al teléfono y manejar sus contenidos, actualizaciones y sincronizaciones. Lo bueno: es muy fácil; lo malo: es poco configurable en detalles.
Vamos a echar un vistazo a la interacción de Windows Phone con Zune , un software muy vistoso en cuanto a transiciones e interfaz, al igual que Windows Phone 7. Y que será la herramienta que también dé suporte a las actualizaciones futuras del sistema, como si de un Windows Update se tratara.
Para empezar, puesto que Microsoft ha inhabilitado el poder navegar por las carpetas del dispositivo de forma nativa a través de un explorador de archivos, ya sea en el teléfono o desde un ordenador, nos encontramos con que hay que usar Zune sí o sí, para todo. Es decir, no puede ser usado ni como soporte de almacenamiento externo para nuestro uso, a pesar de disponer en todos los Windows Phone de un mínimo de 8 gigas de almacenamiento de serie. Zune no es una elección, es una imposición.
Además, en el caso de MAC, no existe Zune y hay que recurrir a Windows Phone Connector (beta), una variante básica no integrante de la “Zune Experience”, que usa a iTunes de motor. Si se quiere usar Zune, hay que pasar por Windows, puesto que Microsoft ya ha confirmado que no habrá “Zune for Mac”.
Una vez dentro de Zune, ciñéndonos a Windows Phone 7, manejamos las típicas opciones de sincronización de fotos, música y videos que todo el mundo espera. Se puede fijar la calidad en caso de conversiones de imágenes y música (sin alardes), pero no hay opción para el video. Las fotos permiten convertir a VGA (?¿) o mantener el original, y la música deja modificar el bit rate, al menos, si hay que convertir.
El video es automáticamente convertido a una variante de WMV (en lugar de MP4, un clásico en Microsoft) que asegura una resolución máxima de 800x600, para que quede optimizada para el terminal y asegure una reproducción sin saltos (algo verificado 100%). Nada de manejos de bitrate, frames por segundo, calidad/formato del audio, etc.
Una de los mejores detalles de Zune para Windows Phone es el poder hacer sincronizaciones inalámbricas, para ello sólo necesitamos que el teléfono esté registrado en el Zune que tengamos instalado y que se encuentre el teléfono conectado a la red eléctrica, cargando.
Habrá que asociar una red WiFi que haga de intermediaria en la sincronización, nada de Bluetooth y sus bajas tasas de transmisión, para sincronizaciones que pueden ser de hasta gigas en un momento dado al mover multimedia entre dispositivos. La sincronización inalámbrica es extremadamente útil para los que olvidamos constantemente conectar el teléfono al ordenador día tras día.
Sin meternos mucho en el uso de Zune Pass (que permite música casi ilimitada en descarga del catálogo previo abono de pago) y del Market Place, Zune es una herramienta muy buena por su simpleza a la hora de sincronizar Windows Phone 7, pero echamos de menos una interfaz para usuarios avanzados que deje sitio a la personalización hasta el más mínimo detalle de las calidades de las conversiones.
Los usuarios de iPhone podrán ver como Zune es un clon de iTunes con un pequeño lavado visual, algo que no es para nada malo, iTunes es muy bueno una vez te “domestica” para su uso y lo entiendes, oportunidad que no todo el mundo le concede de primeras (yo, entre ellos), y que suele acarrear un arrepentimiento por tiempo perdido.
Más información | Zune Pass.
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